Si fuésemos niños
Entre lápiz y colores
las sonrisas se dibujan
con dulces de colores,
con dulce amistad se inquietan
y la confirman con un cupcake y turrones.
¿Cuan difícil es hacer amigos?
Un adulto en sus mundos
de apariencias y traiciones.
Para un niño solo basta una sonrisa
y la magia de la amistad se inicia
con un salto y un brinco
nadie puede negar a un amigo.
Bendito Dios por la inocencia
de la mente de un niño que maravilla;
gracias por la luz de su mirada
y el latir de un corazón
que emana el amor de Dios.
Judith Melaine Guerra de Agreda,
SSVP, El Salvador.
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