No es aceptable la convivencia con restricciones a nuestra libertad religiosa
Toda la comunidad internacional está muy preocupada con los recientes acontecimientos en Nicaragua, especialmente la persecución a obispos y sacerdotes, más allá del cierre de parroquias y de emisoras de radio cristianas.
Algo que nadie puede aceptar en un mundo democrático, con libertad religiosa y con libertad de expresión y de información. Esto no debe ocurrir ni en Nicaragua ni en ninguna parte del mundo.
Las personas de bien se solidarizan con todos aquellos que sufren las amenazas y los ataques que el régimen local hace a la Santa Iglesia. La expulsión de las Hermanas de la Congregación de las Misioneras de la Caridad (Madre Teresa), por ejemplo, fue uno de los hechos políticos que causó conmoción mundial.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó a Nicaragua por el hostigamiento a la Iglesia Católica y la persecución a la prensa y a las ONGs. También la Unión Europea condenó el cierre de las radios católicas en Nicaragua en estos tiempos de violencia sin precedentes.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el motivo de tales persecuciones tiene origen en 2018, cuando algunos sacerdotes han dado refugio a los manifestantes heridos en protestas o que huían de la represión que se saldó con 355 muertos. Actualmente, el obispo, Ms. Rolando Álvarez está retenido por la policía en la Curia, y junto a él se hallan 10 religiosos.
La Santa Sede, en un comunicado, hace un llamado al dialogo y defiende la búsqueda de formas de entendimiento, basadas en el respeto y la confianza recíproca, encaminadas al bien común y a la paz. “El Vaticano está siempre dispuesto a colaborar con quienes dialogan, considerando que éste es un instrumento indispensable de la democracia, garante de una civilización más humana y fraterna», dice el comunicado.
Como Presidente General de la SSVP, preocupado con esa dramática situación, manifiesto mi total solidaridad al pueblo nicaragüense. No podemos dejar de ser la voz de los que no tienen voz ni callar las injusticias, en especial las que son cometidas contra nuestros hermanos en la fe. Y tengo la certeza de que nuestra postura se hará patente en este momento sombrío de la historia.
Frente a esta cruel realidad de intolerancia y de violencia, oremos para que paren las persecuciones a nuestra Santa Iglesia Católica. “El Señor mismo irá delante de ti y estará contigo; él nunca te dejará, nunca te abandonará. ¡No tengas miedo! ¡No te desanimes!” (Deuteronomio 31, 8).
En Nicaragua, la Sociedad de San Vicente de Paúl está conformada por 35 Conferencias, totalizando 150 consocios, mas allá de una fuerte presencia de varias ramas de la Familia Vicentina.
Consocio Renato Lima de Oliveira,
16º Presidente General Internacional,
Sociedad de San Vicente de Paúl
Muchas gracias por hacernos participes y conscientes de la situación en Nicaragua.
Seguimos orando por la unidad de la humanidad, para que caminemos en todos los puntos de la tierra en LIBERTAD y RESPETO.
Las tres Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paúl en Gran Canaria – España, nos unimos al dolor que está pasando la IGLESIA en Nicaragua. Estamos rezando para que Dios dé cordura a los causantes de esta tragedia. Una tragedia que no tiene sentido puesto que todos los que estamos bautizados conformamos la IGLESIA. Los cristianos somos gente pacífica que con el diálogo y la oración pedimos que acabe este sin sentido de persecuciones. Tal vez sea porque su conciencia no los deja tener paz y reaccionan contra nosotros para desquitarse, porque no tienen la mejor arma y es JESUCRISTO que está en medio de nosotros. ¡ÁNIMO AL PUEBLO NICARAGUENSE CRISTIANO! NO PIERDAN LA FE.