Hablamos con Sor María Rita, que fue enviada a principios de marzo a su primera misión en Mato Grosso do Sul (Brasil).
La hermana María Rita terminó la etapa del seminario en la Provincia de Curitiba de las Hijas de la Caridad, y regresó a la Provincia de Río de Janeiro el 26 de febrero de 2022. El 7 de marzo llegó a la misión en compañía de su nueva comunidad, Nossa Senhora das Graças, recientemente establecida en Chapadão do Sul (MS).
Tres hermanas componen esta Comunidad: junto a María Rita están las hermanas Lourdes y Marlene. Además de su labor apostólica, durante el día atienden a unos 200 niños y jóvenes, de 5 a 10 años, en situación de riesgo y vulnerabilidad social, en el Centro Socioeducativo Nossa Senhora das Graças, gestionado por las Hijas de la Caridad. Por la tarde, participan en las actividades parroquiales: Círculo Bíblico, oraciones comunitarias, Ministerio Pastoral y atención a Movimientos. Un viernes al mes, las Hermanas visitan el asentamiento local y participan en la celebración eucarística en una clínica de rehabilitación situada en la Zona Rural.
Su deseo de servir a los pobres comenzó temprano: María Rita creció en el barrio de Tijuca, Zona Norte de Río de Janeiro, donde se encuentran el Santuario de Nuestra Señora de las Gracias de la Medalla Milagrosa y la Casa Provincial de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Su madre es una devota de la Virgen, y su nombre es un homenaje a María, Madre de Dios.
Por influencia de su madre, la Hna. María Rita comenzó a participar en la comunidad del Santuario de la Medalla Milagrosa: mientras su madre participaba en la Asociación de la Medalla Milagrosa (AMM), ella se unió a la Juventud Mariana Vicenciana (JMV). Allí pudo finalmente integrar en el carisma vicentino su deseo de servir a los más pobres, que había despertado desde muy joven. Durante su infancia, estudió en una escuela de profesión luterana, en el centro de Río de Janeiro, donde se le incitó un sentido crítico y una actitud proactiva hacia los temas sociales trabajados por la Acción Social de la escuela.
Así, la joven empezó a entender la ciudadanía como un despliegue de pertenencia a la comunidad, lo que amplió sus horizontes y le hizo desarrollar un sentido más agudo de la Justicia. Sensibilizada ya con las causas sociales, María Rita decidió solicitar el ingreso en la Facultad de Derecho, y se graduó en la UERJ [Universidad del estado de Río de Janeiro] en 2012. Las experiencias en la Universidad llevaron a la joven a dedicarse más intensamente al servicio de los más necesitados, buscando asegurar a todos la dignidad inherente a su condición de seres humanos, hijos amados de Dios.
Vocación: Nada más graduarse, Maria Rita comenzó a trabajar en organizaciones sociales en la Zona Oeste de Río de Janeiro, en instituciones para niños y jóvenes con discapacidad, un grupo que siempre hizo que sus ojos brillasen de forma especial. Al mismo tiempo, comenzó a asistir a la Casa dos Pobres São Vicente de Paulo, en la región montañosa de Nova Friburgo, dirigida por las Hijas de la Caridad. Allí descubrió y discernió su verdadera vocación.
Si al principio la joven pasaba los fines de semana en compañía de otros miembros de JMV, desarrollando acciones puntuales en la Casa, poco después intensificó su participación en las actividades, pasando más tiempo con las Hermanas y los acogidos. Allí pudo experimentar realmente el carisma de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac y decidirse por ser Hija de la Caridad. María Cristina, entonces visitadora, la acogió en las estapàs iniciales en la Compañía.
El prepostulantado se llevó a cabo de marzo a mayo de 2019, en el Instituto São Vicente de Paulo, bajo la supervisión del Sr. Penha. Entre junio de 2019 y agosto de 2020 realizó su postulantado en la Casa da Criança de São João de Meriti. En 2020 fue admitida en la Compañía para la etapa del Seminario, en Curitiba. De octubre a diciembre de 2021, vivió una experiencia en la comunidad de Novo Horizonte, en Mato Grosso do Sul, «el primer municipio originado por un asentamiento», dice Maria Rita.
Regresó a la Provincia de Río de Janeiro y en marzo de 2022 fue enviada a su primera misión en Chapadão do Sul. Está muy contenta con la labor misionera. «La llamada es en el día a día, no en un solo momento. Es en el día a día cuando discernimos nuestra vocación», dice la Hermana.
Fuente: https://filhasdacaridaderj.org.br/
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