“Herodes quería darle muerte, pero le asustaba la gente”
Jer 26, 11-16. 24; Sal 70; Mt 14, 1-12.
El evangelio de hoy nos habla de la muerte de Juan Bautista. Herodes oía hablar de Jesús, que solo se ocupaba de manifestar signos para que el pueblo se diera cuenta que el Reino estaba entre ellos, pero para Herodes, que había mandado matar a Juan, su conciencia lo acusaba y decía que Jesús era Juan, que habría resucitado.
La descripción del martirio de Juan muestra la crueldad a la que llegan los poderosos para callar las críticas de los profetas de todos los tiempos. También muestra la debilidad de estos poderosos, pues Herodes no había asesinado antes a Juan porque tenía miedo a la gente que lo seguía. Lo mismo pasó con Pilato en el juicio de Jesús que, aunque quería salvarlo, fue mayor su miedo al poder de los sacerdotes y fariseos. Se creen que lo pueden todo y al final su pequeñez sale a relucir, pues son vencidos por su cobardía y su mentira.
Jesús nos dijo que él es el camino, la verdad y la vida y la verdad es la que se mantiene en el punto justo, en la rectitud y la lealtad a su propia conciencia.
Que el Señor nos conceda vivir en su verdad.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silvia Bermea Ordóñez HC.
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