Basado en una video-entrevista con el P. Geowen Porcincula CM, antiguo lider de «Vincent Helps» y actual Director Ejecutivo Adjunto de la Fundación Vicentina.
El súper tifón Odette (nombre internacional: Rai), de categoría 5, el decimoquinto tifón que azotó Filipinas en 2021 y el más fuerte de la historia a nivel mundial, causó enormes daños en las principales islas de Filipinas: Visayas, Mindanao y partes de Luzón. Aunque las administraciones locales y otras instituciones respondieron con rapidez, fue imposible llegar a todas las zonas afectadas debido a la gran extensión de los daños, incluidos los de la agricultura y las infraestructuras, estimados en 47.000 millones de pesos filipinos (unos 916 millones de dólares).
Los lugares más difíciles de alcanzar incluían las zonas montañosas de Carcar (Cebú), Tubajon (Islas Dinagat), así como otros pueblos inaccesibles como Pintuyan y Malitbog, en el sur de Leyte. A pesar de los obstáculos, «Vincent Helps» pudo llegar a estas zonas a través de su red sobre el terreno, al tiempo que colaboraba con otras instituciones. Puregold Tacloban, por ejemplo, una cadena de supermercados de Filipinas, ayudó empaquetando todos los suministros adquiridos por «Vincent Helps». A continuación, el personal de la Fundación Vicentina en Palo, Leyte, recogió los productos ya empaquetados para entregarlos en las zonas identificadas. Tanto el sentido de la urgencia como la creatividad son claves para llegar a los más vulnerables y desatendidos en el menor tiempo posible.
Zona cero
En primer lugar, el equipo de respuesta de «Vincent Helps» escaneó todas las fuentes de los medios de comunicación en busca de los lugares clave de la devastación. A continuación, se identificaron las redes sobre el terreno. Entre las áreas de la zona cero —Bohol, el sur de Leyte, las islas Dinagat, Surigao del Norte y Cebú— el equipo de respuesta identificó las más desatendidas por recibir menos ayuda, o ninguna. Por lo general, se trataba de las zonas más difíciles de alcanzar, inaccesibles e intransitables debido a la distancia y a las infraestructuras dañadas.
Mientras que otras iniciativas de organismos gubernamentales y otras instituciones se centraron en las ciudades, el equipo de respuesta vicentino estableció contacto con las zonas de más difícil acceso. «Vincent Helps», por ejemplo, pudo establecer contacto en Carcar, una región montañosa a la que no llegaron otras iniciativas debido a su distancia y a su escaso número. En otra zona desatendida, en Tubajon, donde había una antigua parroquia vicentina, se establecieron los primeros contactos sobre el terreno a través de la red de una comunidad de la Congregación de la Misión cercana en la ciudad de Butuan. Además, el 28 de diciembre de 2021, casi dos semanas después del tifón, «Vincent Helps» pudo llegar a Pintuyan, en el sur de Leyte. «Vincent Helps», de hecho, fue la primera ayuda en llegar a la zona.
En otras palabras, el equipo de respuesta vicentino siempre ha priorizado las comunidades más vulnerables y más desatendidas a las que puede llegar a través de sus redes, sin importar el número. Una vez establecidos y coordinados los contactos, se formularon y organizaron las estrategias de intervención.
Necesidades básicas
Como en toda devastación sin precedentes provocada por calamidades naturales, las necesidades primarias incluían paquetes de ayuda alimentaria y materiales para la reparación de viviendas. Por otra parte, los suministros más importantes para los que se encuentran en las zonas de evacuación son los paquetes de alimentos y de higiene. Se distribuyeron paquetes de alimentos en Samar Oriental, Limasawa, Malitbog y Pintuyan, en el sur de Leyte, Tubajon, en la isla de Dinagat, Samboan y Carcar, en Cebú. Los esfuerzos en Malimono, Surigao del Norte, fueron alcanzados gracias a los esfuerzos de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Se distribuyeron alrededor de 1,4 millones de pesos en paquetes de alimentos para la Fase 1 de operaciones de ayuda.
Para la Fase 2, de rehabilitación, se distribuyeron materiales para refugios temporales, incluyendo materiales para techos corrugados, clavos y madera de coco para crear refugios improvisados o rehabilitar casas dañadas. Además, se utilizaron sierras eléctricas para eliminar los bloqueos de las carreteras causados por los árboles caídos. Las maderas dispersas recogidas se utilizaron para reparar las casas.
Un llamamiento a la colaboración
La fase 3 es una colaboración planteada por «Vincent Helps» y la Fundación Vicentina con el resto de la Familia Vicenciana. Esta solución proyectada a largo plazo es relevante para la campaña de la Alianza famvin con los sin hogar, una defensa global de los sin techo. Las áreas identificadas para estas intervenciones son (1) Lawaan, Samar oriental, (2) Malitbog, Leyte meridional, y (3) la isla de Limasawa, Leyte meridional. La campaña está actualmente en curso para la construcción de casas resistentes a los tifones en las tres áreas identificadas.
Simultáneamente a la construcción de casas resistentes a los tifones, también se están llevando a cabo iniciativas para el sustento, ya que los cultivos agrícolas y las embarcaciones de los pescadores han sido destruidos. Las intervenciones también incluyen la formación espiritual y las intervenciones psicológicas contra el trauma, vitales para prepararlos en la construcción de la comunidad.
Fórmula
Esencialmente, la respuesta al tifón Odette de «Vincent Helps» y la Fundación Vicentina, que pide la colaboración de la Familia Vicenciana global, se compone de 3 elementos: ‘pabahay’ (vivienda), ‘pabuhay’ (medios de subsistencia) y ‘pamayanan’ (comunidad).
Melodee Marciana E. de Castro
Comisión de Comunicaciones de la Familia Vicenciana
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