El 12 de julio de 2015, durante su viaje apostólico a Ecuador, Bolivia y Paraguay, en un encuentro de oración en la catedral de Asunción, el papa Francisco nos recordó: «La oración nos da impulso para ponernos en acción. Somos nosotros las manos de Dios que alza de la basura al pobre».
Como creyentes, debemos realizar, «de palabra y de obra», como dijo san Vicente de Paúl, la misión que nos ha sido encomendada.
No tienes manos
Sólo tienes nuestras manos.
Si te sirven, tómalas.
Si pueden ser instrumento tuyo, bendícelas.
Queremos hacer un mundo nuevo,
ser verdaderos constructores
de tu reino de Amor.
Queremos trabajar por los desheredados,
por los olvidados de todos.
Queremos vivir plenamente tu Evangelio.
Queremos gozar en Ti, Jesús.
Sólo tienes nuestras manos.
Si te sirven, tómalas.
Si pueden ser instrumento tuyo, bendícelas.
Javier F. Chento
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