Una vez más, Madagascar se ha visto afectado por una catástrofe natural que recibió poca publicidad. Esta vez, el ciclón Batsirai trazó un camino de devastación desde la costa sudoriental, pasando por las tierras altas del sur, hasta la costa de Mozambique, devastando principalmente las ciudades de Mananjary, Manakara (la ciudad en la cual vive la presidenta AIC), Farafangana, Fort Dauphin y Fianarantsoa, así como innumerables pueblos, causando al menos 20 muertos y un gran número de heridos. Dos semanas antes, el ciclón Ana ya había provocado inundaciones y corrimientos de tierra en la capital, Antananarivo, causando la muerte de unas 50 personas. Esta vez también se destruyeron principalmente las casas construidas con materiales locales de los más pobres, pero también escuelas e iglesias. Como la mayoría de los grupos AIC y el hogar infantil ‘Akany Avotra’ se encuentran en la zona afectada, las voluntarias de la AIC, a pesar de sufrir ellas mismas la devastación, pueden prestar una ayuda directa que llegará a su destino. La ayuda gubernamental – en un principio, agua potable y alimentos – se pone en marcha lentamente. El restablecimiento del agua y de la electricidad tardará en producirse, lo que dificulta la comunicación. Todavía no hay noticias del hogar infantil ‘Akany Avotra’, pero el sur se ha visto un poco menos afectado y es un edificio sólido.
Fuente: https://www.aic-international.org/
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