“Ve a los tuyos y cuéntales lo que el Señor ha hecho por ti”
2 Sam 15, 13-14.16, 5-13; Sal 3; Mc 5, 1-20.
Este relato se compone de cuatro elementos claramente diferenciados: el primero es el endemoniado (representa la muerte y la vivencia que lleva a la muerte). El segundo elemento son los cerdos (significan la riqueza). El tercer elemento nos lo ofrece la reacción de la gente, que es muy clara: soportan la violencia de la muerte en su pueblo, pero no soportan quedarse sin sus “cerdos”, sin su riqueza, sin su bienestar. El cuarto elemento nos habla del endemoniado ya curado. Jesús no acepta que se integre en el grupo de los Doce porque no quiere aprovechar las curaciones para hacer proselitismo.
¿Qué nos enseña este relato? Jesús antepone la vida a la ganancia. Los vecinos de aquella población toleraban las fuerzas de la muerte. Lo que de ninguna manera soportaban era verse privados de sus “cerdos”, es decir, de su riqueza. Jesús no curaba enfermos para sacar provecho de ello, buscaba siempre el bien de los otros, nunca el propio interés.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Francisco Javier Álvarez Munguía C.M.
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