Padre Pieber, ¿cómo y cuándo nació la Asociación de la Medalla Milagrosa?

Con sus propios fines y estatutos, la Asociación de la Medalla Milagrosa fue aprobada y reconocida oficialmente por toda la Iglesia en el breve Dilectus Filius firmado por el papa San Pío X el 8 de julio de 1909. Esta aprobación puso a la Asociación bajo la dirección del Superior General de la Congregación de la Misión y de la Compañía de las Hijas de la Caridad, con el título de Director General.

¿Cuál es la misión de su asociación y quiénes forman parte de ella?

La misión de la Asociación de la Medalla Milagrosa es difundir la devoción a María Inmaculada bajo su advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y dar su medalla a todos para que la lleven. La Asociación es una asociación pública de fieles, compuesta por laicos, clérigos y miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica que llevan la medalla milagrosa y la honran con una vida cristiana y apostólica, haciéndolo cada miembro según su estado de vida.

P. Carl Pieber, C.M.

¿Hay algún episodio o historia relacionada con su asociación que pueda compartir con nosotros?

Continuamente recibimos muchas peticiones de oración y otros comentarios a través de nuestra página web internacional, por ejemplo:

«Ha sido precioso ver vuestra celebración de la fiesta de la Asunción y vuestra devoción a la Virgen de la Medalla Milagrosa. Que la devoción siga creciendo y sea una gran fuerza y ayuda en vuestra vida diaria. Bendiciones» (Sor Marie Westblade HC, el 5 de octubre de 2020).

En enero de 2020 participaste en el encuentro celebrado en Roma: después de más de un año, ¿cuáles son tus consideraciones sobre ese encuentro? ¿Cuáles son los desafíos de la caridad?

La reunión me pareció buena. Conocí a algunos nuevos miembros de la Familia y vi a algunos amigos de otras familias. Me fortaleció en mi fe la gran cantidad de personas que participaron en las reuniones y todo el trabajo por los pobres que se hizo. Los desafíos de la caridad son siempre los mismos: el egoísmo, la codicia y el orgullo.

¿Podría dejarnos una frase que englobe el sentido de su servicio como Asociación?

Sólo con la oración, especialmente a María, todo servicio a los demás es humano y divino.

Elena Grazini