El Centro de Cuidados Neurológicos «Marillac» (situado en el pueblo de Warley, que está en las afueras de la ciudad de Brentwood en Essex, Gran Bretaña) alcanza un emocionante hito este mes de septiembre, ya que la organización benéfica celebra su centenario.

El centro fue inaugurado inicialmente como sanatorio para tuberculosos en 1921 por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, una red mundial de mujeres católicas que durante siglos han dedicado su vida a servir a todo aquel que necesitara ayuda. En la actualidad, el Marillac funciona como un centro de atención y rehabilitación las 24 horas para adultos con enfermedades y lesiones neurológicas complejas.

Con motivo del centenario, el miércoles 8 de septiembre, el personal actual y antiguo, los residentes y sus familias disfrutaron durante todo el día de una serie de actividades que incluyeron música en directo, una rifa gratuita con 10 premios estrella y una ceremonia de entrega de premios.

Las celebraciones comenzaron por la mañana con una misa retransmitida en directo en la capilla del centro, en consonancia con la herencia cristiana del Marillac. También se mostró una narración de los 100 años de historia del Marillac a través de imágenes en el vestíbulo principal.

El director general del Marillac, Paul Dixon, reflexiona sobre el centenario de la institución:

«Es un logro notable para la institución poder celebrar 100 años de servicio a la comunidad. La Caridad ocupa un lugar especial en el corazón de las personas que pasan por sus puertas para recibir tratamiento, visitan a sus seres queridos, vienen a celebrar con la comunidad o, como en mi caso, vienen como lugar de trabajo», dijo Paul.

«Estoy orgulloso de formar parte del equipo del centenario que, con mis colegas a mi lado, mantiene el servicio preparado para los residentes y el personal del futuro», añadió.

El nombre del centro proviene de santa Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Muchas cosas han cambiado desde que el Marillac abrió sus puertas por primera vez, pero sus valores fundamentales —RESPETO, CONFIANZA, ESPERANZA, DIGNIDAD y EXCELENCIA—, extraídos de la herencia de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, siguen siendo los mismos.

«El Centro de Cuidados Neurológicos Marillac se ha convertido en lo que es hoy gracias a todo el maravilloso y diligente personal que ha trabajado aquí. El cuidado y el compromiso que han mostrado es nada menos que asombroso, y el éxito y la longevidad del servicio se deben a las Hermanas Fundadoras y a las que han seguido sus pasos», dijo Paul.

«Cualquiera que trabaje aquí acepta que hay un legado que cumplir y es nuestro deber igualar la excelencia y la naturaleza de cuidado de los que nos han precedido», añadió.

Katy Cutmore, asistente de finanzas del Marillac, dice que se siente afortunada de trabajar en un lugar así:

«El Marillac ha evolucionado —y sigue haciéndolo—, convirtiéndolo en el lugar verdaderamente único y especial que es para los residentes, el personal y las familias», dijo Katy.

«He visto muchos cambios durante el tiempo que llevo aquí, pero los cinco valores son siempre primordiales», añadió.

El Marillac cuenta con un completo equipo clínico multidisciplinar para sus 52 residentes, que incluye fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, musicoterapia y psicología, así como equipos de última generación. El centro también ofrece servicios de terapia de día y ambulatoria.

Patricia McCarthy, esposa del antiguo residente Gerry McCarthy, dice que estar en el Centro Marillac era como estar en un hermoso santuario:

«Estamos muy agradecidos por todos los aspectos de nuestra experiencia compartida en el Marillac —físicos, emocionales, espirituales, médicos— y también por el cuidado cariñoso que vimos tan a menudo», dijo Patricia.

«La familia siempre se sintió como en casa allí con él también. El nieto de Gerry, de ocho años, siempre se sentía bienvenido cuando visitaba a su abuelo y participó en una carrera patrocinada de 5 km para el Centro en septiembre», añadió.

El marido de una antigua residente del Marillac, Barry Hawkins, dice que buscar el apoyo del Marillac fue la mejor decisión que tomaron:

«Mi mujer fue residente en el Marillac durante casi cinco años, después de caerse de un caballo y sufrir daños cerebrales. Al visitar el centro, todas mis oraciones fueron atendidas. El servicio que recibió mi mujer fue del más alto nivel posible y la otra parte fue que nos cuidaron a mí y a mi familia», dijo Barry.

Este será el segundo hito que alcanza la organización benéfica este año, tras convertirse en empresa benéfica independiente el 1 de abril de 2021. Al mismo tiempo, la Marillac se convirtió en miembro del grupo de Servicios de las Hijas de la Caridad, una familia de organizaciones benéficas vicencianas que responden de forma práctica a las pobrezas actuales y emergentes en toda Gran Bretaña.

Para más información, póngase en contacto con:

Paul Dixon
CEO, The Marillac Neurological Care Centre
Tel: 01277 220276
Email: pauld@marillac.co.uk
Web: www.marillac.co.uk