¿Qué tipo de terreno somos?
Éx 20, 1-17; Sal 18; Mt 13, 18-23.
Este pasaje es parte complementaria del Evangelio del miércoles pasado. Aquí, San Mateo nos presenta la explicación que Jesús da a sus discípulos sobre los diferentes tipos de terreno donde cae la semilla.
Más de una vez en nuestro caminar hemos tenido la oportunidad de escuchar la Palabra, pero no logramos comprender el mensaje que se nos comparte y nos quedamos vacíos nuevamente.
Otras veces, al participar en algún retiro o al escuchar una homilía, nos hemos emocionado con lo que se nos ha compartido y nos sentimos deseosos de empezar a vivir lo que hemos aprendido, pero cuando se nos vienen problemas a causa de ese mensaje, se nos baja la euforia y todo vuelve a ser igual que antes.
Por otro lado, en algunas ocasiones estamos dispuestos para recibir la Buena Nueva, sin embargo, nuestras prioridades son otras (estudio, trabajo, dinero, estatus, etc.), por lo que, sin darnos cuenta, el mensaje pasa a segundo plano y no logra fecundar nuestra vida. Para dar fruto necesitamos tener la mente y el corazón dispuestos; estar atentos al llamado y poder así entender el mensaje, respondiéndole con un “sí” al Señor.
Pidamos al Padre nos ilumine para reconocer con humildad qué tipo de terreno somos, y así poder reconfigurarnos para llegar a ser tierra fértil que produzca los frutos que se esperan de cada uno de nosotros.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: María Raquel Estrada Díaz.
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