Mercedes Cubilete es una Vicentina que, desde el Caribe, hace oír su voz y testimonio vicentino, desde la elaboración maravillosa de décimas y cantos que manifiestan la grandeza e incidencia del Carisma compartido.
En esta ocasión, en el contexto de la celebración de un nuevo aniversario de la primera aparición de la Virgen a santa Catalina Labouré, nos regala, en forma de poema, una breve y sustanciosa catequesis que podríamos utilizar en nuestro diario peregrinar.
Un verdadero regalo para todos los Vicentinos; a quienes deseamos muchísimas bendiciones y gratitud por todo el servicio que a diario realizan a favor de los más empobrecidos.
La Medalla Milagrosa
I
Nació en la Francia lejana
en mil ochocientos seis
hija de Louise y de Pierre
de 10 niños fue hermana
joven, campesina, llana,
huérfana y triste quedó,
pero su fe puesta en Dios
y amor a la Virgen María,
dijo que ésta sería,
su madre, y así se cumplió.
II
¿Saben de quién yo les hablo?
De Catalina Labouré,
nació en Fain-Les-Moutiers
limpiaba hasta los establos
de vacas, cerdos, caballos,
mas un sueño ella tenía
ver a la Virgen María,
le reveló San Vicente
que trabajar por la gente,
era lo que ella haría.
III
Entró a la Compañía
en mil ochocientos treinta
lo cual la puso contenta
al servicio que quería,
su anhelo siempre, María
y en julio un poco después,
un ángel a su cuarto fue,
la despertó y de puntillas,
la condujo a la capilla;
primera aparición fue.
IV
Al asombro superar
de encontrar allí la Madre
se acercó hasta apoyarse
en su Regazo Real
y le escuchó musitar
su deseo más ferviente
que a una legión de creyentes
a través de la oración
en esa nueva misión,
ella guiara diligente.
V
María habló de desgracias
que el mundo iba a padecer,
pero que quien fuera fiel
les derramaría gracias,
si en el altar con audacia
las pidieran con fervor,
las elevaría al Señor
de manera consistente,
aunque esté triste la gente;
después se desvaneció.
VI
27 del mes once,
la segunda aparición
y una nueva misión,
María le pidió entonces,
que grabara aunque sea en bronce,
una hermosa medalla,
todo aquel que la portara
con fe, gracias recibiría,
de Jesús y de María,
el corazón dibujara.
VII
Gracias Julio Castellanos
por compartirnos la historia
fija está en nuestra memoria
identidad del cristiano
que defiende ser mariano
en tan hermosa misión
ser parte de una legión
que con manos generosas
la Medalla Milagrosa
lleva al mundo ¡Sí Señor!
Mercedes Cubilete
Confraternidad de Educadores de América Latina
Confraternidad de Músicos Vicentinos
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