DÍA 5: Padre en la ternura
Motivación Inicial: El que tiene este afecto y este cariño al prójimo, ¿podrá hablar mal de él? ¿podrá hacer algo que le disguste? Si tiene estos sentimientos en el corazón, ¿podrá ver a su hermano y a su amigo sin demostrarle su amor? De la abundancia del corazón habla la boca 8; de ordinario, las acciones exteriores son un testimonio de lo interior; los que tienen verdadera caridad por dentro, la demuestran por fuera. Es propio del fuego iluminar y calentar, y es propio del amor respetar y complacer a la persona amada. (SV XI, 556)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canto a elegir.
Oración inicial
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal.
¡Amén!
Meditando la Palabra de Dios: Lc 1,26-27.
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27. a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Momento de reflexión y silencio.
Preguntas para compartir:
- ¿Actúo con ternura hacia mi hermano / hermana y mi comunidad, como San José?
- ¿Nuestro deseo de servir y nuestra capacidad de ir se ven desafiados por la ternura y la apertura de nuestro corazón?
Preces
Palabra de San Vicente:
¿Qué es lo que hace nuestro Señor? Se pone a llorar con ellos 15, lleno de ternura y compasión. Ese cariño es el que lo hizo venir del cielo; veía a los hombres privados de su gloria 16 y se sintió afectado por su desgracia. También nosotros hemos de sentir este cariño por el prójimo afligido y tomar parte en su pena. ¡Oh, san Pablo, qué sensible eras tú en este punto! ¡Oh, Salvador, que llenaste a este apóstol de tu espíritu y de tu cariño, haznos decir como él: ¿hay algún enfermo, con el que yo no me sienta enfermo? (2 Cor 11,29) (SV XI, 560)
Palabra del Papa Francisco:
En la sinagoga, durante la oración de los Salmos, José ciertamente habrá oído el eco de que el Dios de Israel es un Dios de ternura, que es bueno para todos y «su ternura alcanza a todas las criaturas» (Sal 145,9)… También a través de la angustia de José pasa la voluntad de Dios, su historia, su proyecto. Así, José nos enseña que tener fe en Dios incluye además creer que Él puede actuar incluso a través de nuestros miedos, de nuestras fragilidades, de nuestra debilidad.
Oración final
Oh Glorioso San José, hombre justo, fiel y bueno. Eres reflejo de la paternidad de Dios y patrono de las vocaciones vicencianas. Por ti ponemos nuestra esperanza y confianza en Jesús.
San José, a quien Dios encomendó el cuidado de la Familia de Nazaret, sea el padre y protector de nuestra Familia Vicenciana e inspíranos con la gracia de vivir siempre en fidelidad y amor, sobre todo el compromiso por el derecho y la justicia hacia el los más pobres.Toma nuestros jóvenes vocacionados, nuestras comunidades, provincias y trabajos bajo tu protección.
Oh Dios, por intercesión de San José, “envía buenos operarios a tu Iglesia, para trabajar en tu viña, que sean buenos de verdad, aunque sean en menos número (SVP)”. Amén.
San José, ruega por nosotros.
San Vicente de Paúl, ruega por nosotros.
Autor: Ramon Aurélio Júnior da Cunha (Província Brasileira da Congregação da Missão)
Traducción: Cleber Fábio Oliveira Teodósio
Fuente: Servicio de Animación Vocacional Vicentino – Brasil
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