La escritora y bloguera Amy Brooks habla de su experiencia vital de lucha interna y depresión. Dios le proporcionó un paracaídas en la oración; una manera de encontrar un aterrizaje suave cuando sintió que su alma se asomaba al borde de un precipicio.
Puedes encontrar más de Anne en su blog personal, en PrayerWineChocolate.com.
Puedes ver más vídeos e inscribirte para recibir estos vídeos diarios directamente en tu correo electrónico en el enlace siguiente: https://miraculousmedal.org/lent-2021
Nota: los videos son en inglés, pero ofrecemos la traducción al español a continuación del video.
Transcripción:
Tener una vida de oración nos permite tratar de ver el panorama general y darnos cuenta de que lo que estamos rezando es parte de un plan mucho más grande. Cuando tenía 20 años, luché arduamente contra la depresión, y al principio no lo sabía. La oración era como un paracaídas para mí. Se podría decir que mi alma estaba, como cayendo desde un lugar muy alto. Y a través de la oración, realmente creía —debido al hábito que tuve durante todo mi crecimiento— que Dios sí escucha nuestras oraciones, que podía ir a Jesús y decirle: «Me siento muy, muy horrible, y sé que Tú quieres que esté aquí». Y tener esa conversación con Dios me permitió tener esperanza cuando sentía que la había perdido. En esos momentos en que hacía oración, podía soñar con una vida mejor, y pedirle a Dios que me diera esa vida mejor. Y me dio la esperanza de que esas oraciones serían respondidas, que sólo tenía que seguir aguantando y seguir confiando en el Señor con lo que había en mi corazón. A medida que me hago mayor, puedo mirar atrás y ver que Dios me escuchó y me respondió. Y es un gran regalo ser mayor, y poder mirar hacia atrás y realmente ser capaz de decir: «Tantas oraciones respondidas, y Dios estaba conmigo, cuando estaba feliz o cuando estaba triste».
0 comentarios