Lorraine Jackson-Seals, recepcionista de la Asociación Central de la Medalla Milagrosa, comparte historias de la «Línea de Oración». La gente que llama a las oficinas del Santuario a menudo necesita alguien con quien hablar, y esa oración comunitaria la ha formado de una manera que nunca hubiese imaginado.

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Nota: los videos son en inglés, pero ofrecemos la traducción al español a continuación del video.

Transcripción:

Pides a la gente que rece por ti. La gente se olvida de hacerlo, así que reza por ti mismo, así sabes que Dios va a escuchar la petición. Como recepcionista, atiendo las llamadas telefónicas. La gente llama a la línea de oración. He vivido muchos días que, al menos, 10 personas han llamado a esa línea de oración. Hay una chica que me llama continuamente el teléfono pidiéndome que rece. «Lorraine, necesito tu ayuda, necesito esto, ¿puedes ayudarme?». Y lo hago, pero también le digo que ella misma tiene que hablar con Dios. Soy capaz de contarle a la gente lo que he pasado y decirle lo que Dios ha hecho por mí. Si Él puede hacerlo por mí, puede hacerlo por ti. Y eso ha sido una bendición para mí al estar aquí. Una señora llamó, y estaba pasando por un cáncer. Le pregunté si podía rezar con ella. Me dijo que sí, que le encantaría que rezara por ella. Tiene mi teléfono móvil. Ella me llamaba cada tres meses más o menos, dejándome saber cómo va su tratamiento. El año pasado, me llamó y me dijo que estaba libre de cáncer. Me da fuerza saber que mi fe es fuerte. Lo que siento viene de mi corazón. Así que puedo, desde dentro, ponerme en marcha y hablar a otras personas de la bondad de Dios y de que Dios es muy capaz. Dios tiene el control.