Lo que Pablo, Vicente de Paúl y Martin Luther King nunca soñaron
Dudo en decir esto, dado todo lo que ha sucedido aquí y en todo el mundo. Pero estos días reúnen también otras cuatro cosas sobre las que reflexionar. Hemos celebrado la conversión de San Pablo hace 2000 años, la fundación por parte de San Vicente de la comunidad vicenciana y el carisma hace unos 400 años, la celebración anual de la semana de oración por la Unidad de los Cristianos, y también la celebración del legado de Martin Luther King.
Mientras pensaba en todos estos acontecimientos, pensé que cada una de estas personas nunca soñó cómo la «vida» le iba a sorprender.
Sus sorpresas en la vida
San Pablo
Dudo que, mientras San Pablo crecía, soñara alguna vez que un día se ocuparía de los mantos de quienes apedreaban a otro hasta la muerte. Sospecho que desde muy temprano soñaba con aprender más sobre la ley y los profetas. Su camino estaba claro. Nunca soñó que llegaría a estar tan comprometido con su comprensión de ellos, hasta el punto de perseguir a los que se alejaran de esa comprensión. Mucho menos soñaba con que sería golpeado por esto, pasando un largo período de tiempo aprendiendo de ellos y, finalmente, convirtiéndose en una figura clave del movimiento cristiano.
San Vicente de Paúl
Mientras Vicente crecía, parece que era un niño piadoso más, que podría servir a su Dios y a sus padres convirtiéndose en sacerdote. Su camino estaba claro. Nunca soñó que abrazaría la pobreza de la que huía y se convertiría en el campeón de los pobres. Nunca soñó que 400 años después inspirría a una familia de cuatro millones de hombres y mujeres que sirven en casi todos los países del mundo.
Creció en una época de feroces partidismos y guerras religiosas. Nunca soñó que uno de sus seguidores a principios del siglo XX, el padre Ferdinand Portal, CM, se convertiría en líder de un grupo pionero que trabajaba para restaurar la unidad de los cristianos (una historia que es lamentablemente poco conocida.) O que sólo décadas después un grupo de sacerdotes anglicanos célibes elegiría vivir su regla dentro del marco del anglicanismo.
Martin Luther King
Aunque creció en un Sur segregado, nunca soñó que sería acuchillado en 1958 y que lideraría las protestas que le llevarían a ser condenado a trabajos forzados en una cárcel de Birmingham. En el proceso, su sueño se cristalizó y llevó a tantos otros a ese sueño… y también a su propio asesinato. Nunca soñó con un discurso que sería citado por el papa Francisco.
El elemento común – ser sorprendido por la vida y sus altibajos.
Otro elemento común es que se vieron obligados a replantearse sus sueños. Descubrieron su misión a través de estos altibajos.
Nuestras sorpresas en la vida
Personalmente, puedo decir que nunca me vi como sacerdote… y de hecho, me resistí a ello al principio. Cuando me sorprendió la visión vicenciana hace casi 70 años, nunca soñé que pasaría los últimos 20 años de mi vida fomentando el uso de la tecnología al servicio del sueño de Vicente. Nunca pensé que un accidente automovilístico casi mortal, hace más de 25 años, empezaría a despertarme al sueño vicentino que había perdido de vista.
Sospecho que al mirar atrás hay muchas sorpresas, tanto dolorosas como alegres, que nos han pillado desprevenidos.
Aprender de nuestras sorpresas
- ¿Qué es lo que más te ha sorprendido en tu vida?
- ¿Qué te ha pedido Dios en medio de esas sorpresas?
- ¿A quién recurres para que te ayude a dar sentido a tu misión en la vida?
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