Las festividades navideñas de la «Caridad Santa Luisa» de Turín (Italia) fueron extraordinariamente significativas. Nuestra «Centro diurno de acogida para y con las personas sin hogar» experimentó una oleada de Providencia y Gracia. Nos sorprendimos, nos asombramos, pero no nos abrumamos, al contrario, gracias al Señor pudimos navegar con el viento, ¡el viento del Espíritu Santo!
Las actividades durante el año con los grupos juveniles de la parroquia llevaron a la preparación de ricos paquetes de regalos para nuestros amigos sin hogar por parte de las familias de los jóvenes y toda la comunidad. Los regalos se distribuyeron dejando que los Amigos mismos eligieran los suyos.
Diferentes grupos de Scouts se turnaron para experiencias de Servicio, para la animación del Desayuno en via Nizza y para la distribución del Desayuno que llegó a los Amigos en bicicleta por las calles de la ciudad.
La Fundación «La Stampa – Specchio dei Tempi», con el patrocinio de importantes empresas de la ciudad, promovió varios días de desayunos especiales, con buen café caliente, comida dulce y salada de grandes pastelerías, y regalos necesarios como máscaras protectoras y mantas de lana caliente.
Es muy bonito ver cómo se iluminan de alegría los rostros de nuestros amigos sin techo cuando viven mañanas de auténtica fiesta en «Santa Luisa» en Via Nizza y por las calles, cuando reciben paquetes de regalo de las familias, cuando se cargan de cosas buenas y útiles donadas por «Reale Mutua Assicurazioni» y «Caffè Lavazza», cuando sienten que se les despierta suavemente en sus sacos de dormir y en sus cajas de cartón, no para que les den la espalda sino para vivir un momento de fraternidad, de escucha y de cariño.
Sí, fraternidad, escucha, cariño: este es el primer compromiso de la Caridad, y cuánta armonía hay en nuestro actuar juntos. Todo es para los Amigos, todo está dedicado a ellos, que son imagen de Cristo.
Qué hermoso es constatar cómo el amor por y con los Amigos de la Caridad atrae… nuevos Voluntarios, comunidades parroquiales, grupos de Scouts, organismos de apoyo, e incluso gente influyente…
Y qué hermoso es, a pesar del abundante número y calidad de los alimentos que recibimos como regalo, no haber desperdiciado nada, y tener algunos en reserva para el futuro.
Gracias a Dios, gracias a todos y cada uno… esta ola de Providencia y Gracia nos ha empujado a mar abierto. A María, Madre de Dios, nos encomendamos. Con ella contemplamos la estrella del Amor para que ilumine la oscuridad de nuestros tiempos. Aún más unidos, levantemos el ancla de nuestra debilidad, icemos las velas, timón a estribor, en la ruta trazada por la Palabra y escrita en el Cielo. Partimos, llenos de gratitud y esperanza, nosotros y nuestros amigos sin hogar.
Sor Cristina HC
“Charité Santa Luisa” Turín (Italia)
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