Sor Mercedes, ¿cuál es la misión a la que están llamadas como Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz? ¿Cuál es su apostolado?

Nuestra misión como hermanas hospitalarias de la Santa Cruz son los pobres, enfermos y necesitados. Durante estos 238 años desde nuestra fundación —primero como Pía Asociación fundada por la Madre Teresa Cortes y Baro, Hija de la Caridad, y luego como Congregación, el año 1927 por Teresa Alaba y Encarnación Canals— la Congregación ha ido actualizando el carisma según las necesidades de cada momento. En un principio nuestra misión estaba centrada en el Hospital de la Santa Cruz, donde fuimos fundadas, y a partir de aquí nos abrimos a los leprosos, dementes, niños abandonados, colegios, orfanatos , hospitales y clínicas, etc..

Actualmente, debido el descenso de vocaciones, nuestra misión en España está centrada en las residencias geriátricas; en Sudamérica tenemos Kínder, colaboramos con «Fe y Alegría» en colegios, tenemos dos hogares de personas sin techo y una casa de acogidas de niños pobres.

¿Puede hablarnos sobre la especificidad de su carisma y su vínculo con los pobres? ¿Cómo encaja la Familia Vincenciana, Vicente de Paúl, en tu historia y en tus actividades diarias?

Nuestros orígenes se fundamentan en el carisma de san Vicente de Paúl: Ver a Cristo en el pobre. Los pobres son nuestros señores, esto se escribió en lo reglamentos mayores por la Muy Ilustre Administración (la MIA) y firmados por la tres primeras hermanas, entre ellas Teresa Cortes. Como he dicho, Teresa Cortes era Hija de la Caridad y, como es natural, impregnó su carisma en los Reglamentos Mayores, que son nuestros orígenes.

Todas nuestras actividades tienen el rasgo de san Vicente. Delante de cualquier necesidad se puede omitir cualquier acto religioso y esto también consta en nuestras Constituciones actuales.

En este período de pandemia, ¿cuáles fueron y son las mayores necesidades que ha encontrado? ¿Qué sectores de la población están sufriendo más?

En este periodo de pandemia son muchas las necesidades que nos hemos encontrado, en nuestros centros se visualiza un panorama poco positivo, los recursos cada vez mas deficientes, las familias de los residentes con más necesidades y todo esto nos afecta económicamente, ya que algunos residentes tienen que ayudar a sus familias. En Sudamérica los recursos son muy deficientes y las familias cada día mas pobres, así que la Congregación tiene que hacer frente a muchas necesidades. Esperamos que pronto todo se solucione.

El pasado mes de enero de 2020 participó en el encuentro de la Familia Vicenciana Internacional en Roma. Después de casi un año, ¿qué guarda en su corazón de esa iniciativa?

Para mí fue una experiencia muy positiva. Encontrar a religiosos, laicos, todos caminando con un mismo fin, fue algo que no se puede explicar, la grandeza de Dios manifestada en cada momento. Las conferencias todas con un sentido tan profundo, los trabajos de grupo donde pude experimentar la riqueza que hay en cada persona y el entusiasmo para poder ayudar el otro, me impactó. Una experiencia magnifica, imposible de olvidar. Gracias por todo al equipo organizador.

En este momento, como Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz, ¿tienen algún proyecto o actividad que les guste particularmente?

En estos momentos no tenemos ningún proyecto especial, pero si me gustaría poder participar en algunos de estos grupos, nosotras solas ahora no podemos. Mi ilusión seria poder ir a África, sobre todo al Congo, para transmitir allí nuestro carisma y ayudar quien lo necesita, pero solas no podemos en estos momentos.

Página web de las Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz: www.hhsantacruz.org

Entrevistadora: Elena Grazini