Más de cuatro millones de personas siguen hoy los pasos de san Vicente y santa Luisa. La Familia Vicenciana es grande, multicultural, multilingüe y profética, con más de 150 ramas en todo el mundo.
El Carisma Vicenciano como ecosistema
El Carisma Vicenciano es más amplio que cualquier otro grupo. La Familia Vicenciana es en realidad un ecosistema. Nuestra misión y propósito como familia espiritual es predicar el Evangelio en el mundo de los empobrecidos.
Nunca pensé en una «cultura de las vocaciones» en términos de ecosistema. Pero san Pablo lo hizo mucho antes de que las palabras «ecología» y «ecosistemas» entraran en nuestro vocabulario. Recuerde su concepto del «cuerpo de Cristo». Cada parte está interconectada y al servicio de las demás. Todas las partes del sistema tienen contribuciones para el bien del todo.
El Padre Tomaž Mavrič, CM, Presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Vicenciana y 24º sucesor de San Vicente de Paúl, escribió a la Familia Vicenciana:
En mi carta del 25 de enero de 2017, al comienzo del 400º Aniversario del Carisma Vicenciano, invité a cada miembro de la Familia Vicenciana a dar un paso muy concreto: esto es, que cada miembro traiga un nuevo candidato a una de las ramas de la Familia Vicenciana…
Se nos pide que seamos directores de vocaciones del carisma vicentino, no sólo de nuestro propio grupo. Se nos pide que animemos a la gente a explorar cualquier concrección de nuestro carisma que les resulte más adecuada.
Concienciación vocacional – comprometer a la gente con nuestro carisma
Me parece que el P. Mavrič pide una visión amplia de la vocación. Nos pide que miremos el ecosistema del Carisma Vicenciano manifestado a través de la Familia Vicenciana.
Lo leo como una llamada a cada miembro de cada rama a invitar a la gente a considerar comprometerse en el carisma para «llevar la Buena Noticia a los pobres». Tal vez hemos puesto demasiado énfasis en nuestro propio grupo en particular y hemos echado de menos animar a los individuos a ver cómo su vocación puede ser más adecuada para otro grupo en nuestro ecosistema.
No creo que Sor Rosalía Rendu se considerase a sí misma como Directora de Vocaciones de las Hijas. Lo que Sor Rosalía hizo tan simple y humildemente fue invitar a la gente a caminar junto a ella mientras sirvió, por más de 50 años, en un barrio. Implicó a las personas a llevar Buenas Nuevas. Gracias a ella tenemos una nueva rama de la Familia, la Sociedad de San Vicente de Paúl, que hoy en día cuenta con cientos de miles de miembros.
El Padre Mavrič amplía así sus pensamiento:
Portamos en nuestro corazón el profundo deseo de transmitir a las futuras generaciones el carisma y la espiritualidad que hemos recibido. A la vez, presentamos sin cesar a Dios nuestra oración para que nos conceda nuevas vocaciones, al mismo tiempo que numerosos esfuerzos e iniciativas.
El comienzo del quinto siglo del carisma vicenciano nos ofrece una nueva ocasión de intensificar nuestros esfuerzos en favor de una cultura de las vocaciones.
La cultura de las vocaciones significa un ambiente en el que toda persona puede descubrir y redescubrir su razón de ser en esta tierra, el sentido de su vida, la misión que está llamada a realizar, la llamada a la que está invitada a dar una respuesta. La cultura de las vocaciones da prioridad a Jesús, ya sea la vocación al estado laico o a la vida consagrada.
Su hermano en San Vicente,
Tomaž Mavrič, CM
Este post apareció por primera vez en Vincentian Mindwalk
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