Centroamérica es una subregión del continente americano. Aún siendo un pequeño territorio, en cuanto a Familia Vicentina, constituye una población significativa que vive y testifica, con verdadero convencimiento y tezón, el carisma vicentino.
Desde inicios del mes de junio del año 2019, en la ciudad de San Salvador, El Salvador, se eligió el nuevo Equipo de animación para la Familia Vicentina de la región de Centroamérica. Dicho Equipo iba a articularse, con los ya existentes presidentes de los Consejos Nacionales de la Familia Vicentina, y en forma colegiada esforzarse por garantizar la vitalidad e incidencia de la Familia Vicentina en la región de la América Central.
Ha sido así, y desde entonces, que contando con el apoyo de los asesores de la Familia Vicentina se ha trabajado con gran esfuerzo para mantener la animación del carisma, y su incidencia, en la región. La relación y la interacción con las otras regiones de la América Latina y la Familia Vicentina Internacional ha sido un potencial que cada día se ha ido fortaleciendo, al servicio de los más empobrecidos de nuestras tierras.
Durante este tiempo hemos sido testigos de la fuerza con que la Familia Vicentina de Centroamérica, movida por el amor de Dios, ha sabido testificar su fidelidad al Carisma: brindando techo, abrigo, alimentos, acogida, apoyo emocional, oración, fuentes de trabajo; y sobre todo, una palabra de evangelización que alienta y da esperanza a muchos hermanos, que en diversas circunstancias atraviesan pruebas de vida realmente difíciles.
El equipo de animación; los presidentes de los consejos nacionales; los asesores de la región; junto a la estructura cuasi–continental de la Familia Vicentina en América Latina (FAVILA) brindan una constante motivación en el caminar de cada miembro que vive este hermoso estilo de vida; y que ve en el rostro del hermano más necesitado el propio rostro de Jesús. «En verdad les digo que cuanto hiciste a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hiciste». Mateo, 25, 40.
Es hermoso poder contemplar como las diferentes ramas se continúan uniendo para responder a las diversas realidades socio-políticas; injusticias económicas y laborales; marginaciones que empobrecen; y las consecuencias devastadoras provenientes de desastres naturales que ponen en desventaja a los hermanos más empobrecidos. ¡Ánimo y Bendiciones para todos (as)! ¡Que el camino emprendido en todas y cada una de las confraternidades, continúe siendo una fuerza de Salvación y Bendición para todo nuestro pueblo y cada uno de sus hijos/as!
Motivamos a todas las regiones del mundo a unir fuerzas para lograr fortalecer el carisma de la familia vicentina, porque tal como lo decía nuestro fundador: “No podemos asegurar mejor nuestra felicidad que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres”.
Familia Vicentina de Centroamérica
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