“Lo acosaban para ver si lo atrapaban en algún error”
Ef 1, 1-10; Sal 97; Lc 11, 47-54.
En el evangelio de hoy Jesús sigue desenmascarando la hipocresía de las posturas religiosas de fariseos y doctores de la Ley. Éstos responden “atacándolo violentamente”. Es la respuesta de los ciegos, de los que no quieren cambiar.
Pero hoy quisiera que recordáramos y celebráramos a Santa Teresa de Jesús, mujer extraordinaria. Nació en Ávila, España, en 1515. Profesó en la Orden Carmelita. Mujer inquieta que buscaba la verdadera fidelidad en su entrega y que, insatisfecha con el desorden e indisciplina en que vivían sus hermanas de Orden, emprendió la “Reforma” de la congregación para volver al auténtico espíritu de clausura, pobreza y austeridad. Fue creando comunidades de Carmelitas Descalzas. Llegó a fundar 17 conventos por toda España. Murió en 1582.
Su obra escrita se considera una de las más grandes de la historia en lengua española.
“Modelo atrayente de entrega total a Dios, maestra de oración, comunicadora
incansable del evangelio”, así define a Sta. Teresa el Papa Francisco. El Señor nos ayude a crecer en santidad.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Silviano Calderón Soltero CM
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