“Digan a la gente; el reino de Dios ha llegado“
Job 19, 21-27; Sal 26; Lc 10, 1-12.
Una segunda oleada de evangelizadores es enviada por Jesús a anunciar y a hacer presente el Reino de Dios. Primero habían sido los Doce; ahora es un grupo más grande, son setenta y dos los enviados.
Jesús es un maestro un poco extraño. No quiere, como los rabinos de su tiempo, tener a sus discípulos siempre alrededor suyo, dependientes de él, escuchándolo y admirándolo… Por el contrario, una vez capacitados en lo esencial, los invita a mirar el mundo como un enorme campo en el que hay que trabajar, sembrar y cultivar. Y los envía a anunciar que “el reino de Dios ha llegado”. Jesús quiere a sus discípulos caminando los caminos, encontrando a los hombres y mujeres que ansían una realidad distinta, que no están satisfechos con un mundo injusto y dividido, que margina a los pequeños y débiles, que privilegia el “tener” antes que el “ser”. Los (nos) quiere compartiendo con todos la esperanza de un mundo reconstruido a partir del sueño de Dios para sus hijos. “Digan primero: paz a esta casa”. Ese es el saludo, la contraseña, la llave que abre el futuro.
De esta manera la Iglesia nace misionera. Y este mes misionero lo iniciamos celebrando a la patrona de las misiones: Santa Teresita del Niño Jesús.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Silviano Calderón Soltero CM
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