“El Hijo del Hombre es Señor del Sábado”
1 Cor 4, 6-15; Sal 144; Lc 6, 1-5.
Los discípulos tenían hambre y al pasar por unos sembrados de trigo, desgranaron algunas espigas y las comieron. Unos fariseos les reclamaron porque hacen cosas que no están permitidas en sábado.
Jesús se dirige a los fariseos, que habían exagerado el legítimo aprecio del sábado, y pone por encima de la Ley sagrada del sábado la prioridad del ser humano y de sus necesidades básicas, declarándose incluso Señor del Sábado.
Para Dios es primero la vida y la salvación del hombre, su bienestar integral, su felicidad que están sobre cualquier otra ley. El descanso sabático está al servicio del hombre.
Sta. Teresa de Calcuta, a quien la liturgia celebra hoy, hizo vida esa propuesta de Jesús, con su amor efectivo y afectivo en favor de los más pobres, impulsando a muchos a promover la dignidad de hijos de Dios de los que nada tienen, que mueren de hambre o viven en las calles y a los que nadie quiere.
¿Qué tendríamos que hacer nosotros?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
María Mares Padilla HC
0 comentarios