¡Buenas noticias!

…A partir de la reunión virtual de Confraternidades Vicentinas, 13 Confraternidades, más de 10 países, 3 continentes, 3 idiomas y un objetivo en común.

En los últimos meses, los medios de comunicación han dedicado tiempo y espacio para esparcir por el mundo, las cifras de contagiados, muertos, recuperados y en el horizonte: la posibilidad de crear una vacuna que termine con el virus que ha afectado a todo el planeta.

Pareciera que el mundo se ha detenido; algunos con la suerte de tener un lugar y atender la recomendación ¡quédate en casa! Otros, sin tener un lugar dónde quedarse, todos en espera de la salvación o la condena y, no es para menos.

La incertidumbre, nos ha llenado de temor, nos ha dejado paralizados, haciéndonos olvidar algo muy importante en la vida del cristiano, “La Misericordia de Dios”. Este olvido, me hace recordar a Pedro, caminando sobre el agua, en dirección a Jesús y, en el trayecto, perder la fe y gritar ¡Sálvame Señor! Así como le sucedió a Pedro, nos sucede hoy a nosotros: olvidamos lo que Jesús nos ha pedido, que no tengamos miedo.

Hemos sido llamados a salir de nuestra comodidad; a atrevernos a llegar a todas las periferias; a practicar con alegría el Carisma Vicentino; a ir con alegría a nuestra misión; al encuentro con los más pequeños, los preferidos del Reino.

Es así, que atendiendo al llamado misionero y en ocasión del 403 Aniversario de la fundación de la primera Cofradía de la Caridad por San Vicente de Paúl, se llevó a cabo la Primera reunión virtual de las 13 Confraternidades Vicentinas, desde Latinoamérica abierta al mundo, desde el potencial e incidencia del Carisma compartido.  Más de 10 países, 3 idiomas, 3 continentes y un solo objetivo en común “Poner los talentos al servicio de los más necesitados”, como era el deseo de San Vicente.

Cada uno de los Coordinadores, desde su profesión o servicio, acercando distancias, eliminando las barreras del idioma, todos con el mismo deseo, estrechar lazos, fortalecer alianzas para poder servir.

Gracias a la coordinación y apoyo de FAVILA y de la Familia Vicentina Internacional, este sueño se está haciendo realidad, ya que nos han permitido interactuar con, y desde, su plataforma centenaria, como lugar de encuentro; un lugar donde podemos prestar un servicio, no importando en qué lugar se encuentre el necesitado.  De esta manera, siempre habrá un vicentino(a) dispuesto a servir, como dijera en su momento Benedicto XVI “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte  a la vida y, con ello, una orientación decisiva”

Gracias al Dios de la Vida y de la Historia por esta hermosa aventura Vicentina; y por intercesión de nuestra madre, la Medalla Milagrosa, la Divina Providencia guíe y fortalezca el proceso compartido.

Si desea compartir esta gran oportunidad de servicio puede ubicarse y escribir a alguno de sus coordinadores: