Con la pandemia causada por el tenebroso COVID-19, parece que todos los demás males de la humanidad han pasado y han dejado de mostrarse en los medios de comunicación. Pero eso no es cierto, por desgracia.
En Mozambique (África), aparte de la conmoción sanitaria, la crisis humanitaria es una triste y amarga realidad. El pueblo mozambiqueño necesita urgentemente un signo de esperanza ante los graves problemas sociales, políticos y económicos que existen, además del terrorismo y ataques armados que están devastando gran parte del país.
Mozambique sufre inmensamente la violencia de las milicias del Estado Islámico en la Provincia de Cabo Delgado. La actividad terrorista está poniendo al país en un clima de inseguridad, causando conflictos que han sembrado el caos, la destrucción de vidas humanas, el hambre y la miseria. ¡Un escenario desolador!
Desde la llegada del Estado Islámico a la región de Cabo Delgado, miles de personas han sido bárbaramente asesinados y torturados, especialmente jóvenes, niños y mujeres. Otros miles han tenido que dejar sus hogares, buscando refugio en otras zonas. Se estima que más de 400.000 personas desplazadas que han tenido que refugiarse en otras regiones. También hay informes de una fuerte persecución religiosa.
Ante esta angustiosa situación, las instituciones humanitarias están uniendo sus fuerzas para defender la vida y aliviar el sufrimiento de los mozambiqueños. La Iglesia Católica, la Sociedad de San Vicente de Paúl, la Familia Vicentina y varias otras organizaciones civiles y religiosas están buscando formas alternativas de ayudar a los más vulnerables.
Los esfuerzos locales son admirables, pero obviamente insuficientes para responder a la gravedad de la situación. La Sociedad de San Vicente de Paúl tiene 32 Conferencias en todo el país, con un alrededor de 1.500 consocios. Nuestros números son modestos, pero el trabajo de caridad se está haciendo de la mejor manera posible, a pesar de los limitados recursos que tenemos.
Debido a esta grave situación, el Consejo General Internacional lanza hoy un LLAMAMIENTO A LA PAZ EN MOZAMBIQUE, solicitando que todos los consocios de todo el mundo, reunidos en Conferencia (o individualmente, por causa de la pandemia), incluyan a MOZAMBIQUE en sus oraciones diarias y colectivas. Rogamos a Dios que la paz vuelva rápidamente al pueblo de Mozambique. Pedimos a Dios, también, por la seguridad y la salud de las personas que denuncian esta tristísima situación.
El Consejo General, en unión con el Consejo Nacional, está considerando formas más concretas de apoyo económico. Pronto tendremos nuevas información para compartir con todos los países miembros de nuestra Confederación Internacional a fin de poder ayudar más eficazmente a través de proyectos sociales y misioneros.
“El terrorismo es una herida que aún persiste en la humanidad. Destruye vidas y acaba con los sueños de la gente. Todos somos llamados a extender una mirada caritativa a los afectados por el terrorismo. Invitamos a los miembros de la SSVP de todo el mundo, así como a la Familia Vicentina, a rezar por la paz y la reconciliación en Mozambique”, expresó nuestro consocio, Renato Lima de Oliveira, 16º Presidente General.
Fuente: https://www.ssvpglobal.org/
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