Soy Laura Endara de Mantilla, miembro de la Familia Vicentina en Filadelfia, y, desde sus orígenes, tuve la oportunidad de unirme a la Confraternidad de Reflexión Bíblica Vicentina, en perspectiva laical.  Hoy en día llevaremos unos 3 meses reuniéndonos un día a la semana: todos los martes a las 5:00 PM hora del Este de los Estados Unidos.

Recuerdo que iniciamos esta experiencia bajo la coordinación de la Escuela de Teología San Vicente de Paúl, quienes cada semana se encargan de preparar, conducir y concretar cada una de las lecturas bíblicas dominicales, en perspectiva de preparación remota, a través del Método Vicentino: Naturaleza, Motivos y Medios.

Pero permítanme compartirles ¿Cómo San Vicente y el P. Judge me invitaron a vivir esta aventura?

Cuando me comprometí con el Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Filadelfia, conocí a la hermana Lorena, una Sierva Misionera de la Santísima Trinidad (Hna. Trinitaria), comunidad religiosa fundada por el Padre Tomás Agustín Judge, CM un sacerdote de la Congregación de la Misión. Ella me invitó a trabajar en el “Centro de Espiritualidad Madre Bonifacia”, una misión de estas hermanas, quienes a su vez forman parte de la gran Familia Vicentina Internacional. El centro lleva el nombre de la Madre Bonifacia Keasey, MSBT, cofundadora de la congregación. La base de la espiritualidad de esta congregación es vicentina.

Un día, la Hermana Catalina, otra Sierva Misionera de la Santísima Trinidad, llegó de México y comenzó a participar en el Centro. Ella también acompañaba a las Damas de Caridad (AIC) de Norristown. Allá ella conoció al padre Flavio, quien la invito a participar en la Confraternidad de Reflexión Bíblica, bajo la animación de una de las más recientes ramas de la Familia Vicentina Internacional: la Escuela de Teología Vicentina Laical S. Vicente de Paúl, con sede en El Salvador, América Central.  Los encuentros iban a ser virtuales y fue la ocasión para que la misma hermana Cata me pudiera hacer partícipe de tan gran oportunidad.

Desde el primer día en que participé en esta Confraternidad, pude sentir gran afinidad y sentido de pertenencia, en relación con los diversos grupos bíblicos, con quienes tengo la oportunidad de reflexionar las lecturas diarias de la misa; y el estudio de la Biblia en general.

Así mismo, he podido conocer mejor el método de San Vicente (Naturaleza, Motivos y Medios) y su intuición maravillosa de lo que muchos años después conoceríamos como el Método Latinoamericano (Ver, Juzgar y Actuar) … me ha ayudado a acrecentar mi conciencia Vicentina sobre lo que está pasando en nuestro mundo… a luz de las lecturas dominicales… y fortaleciendo mi testimonio Vicentino diario, desde el carácter secular de S. Vicente

Cada vez más me soy consciente de que la experiencia de Dios me compromete a ver, juzgar y actuar en la realidad del pueblo de Dios, como El mismo lo haría. Consiste en abrirse totalmente a la Palabra de Dios; escuchar la sabiduría de los más pobres (en donde podemos encontrar la verdadera religión SV); como san Vicente de Paúl, san Óscar Romero, el padre Judge, y tantos otros (as) que nos siguen enseñando a aplicar todo ello, en y, hacia nuestra realidad.

Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a toda la Familia Vicentina por esta bella oportunidad y por seguir poniendo todo ello en las manos del Amor Providente de nuestro Señor.

Finalmente, con mucha alegría y gratitud quiero invitarte a ser parte de esta experiencia maravillosa. Si tú quieres ser parte de la CONFRATERNIDAD DE REFLEXION BIBLICA LAICAL o tienes interés de profundizar un poco más al respecto, puedes enviar un pequeño mensaje a Claudia (Coordinadora de la Confraternidad Vicentina de Reflexión Bíblica) a su correo electrónico cnarrete05@yahoo.com. Si no puedes unirte en la fecha y hora compartida, puedes sugerir una nueva, que sea más conveniente para ti, y con mucho gusto estaremos abriendo esta oportunidad.

Laura Endara de Mantilla.