“Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. . . ”
2 Crón 24, 17-25; Sal 88; Lc 2, 41-51.
El Evangelio de hoy es muy parecido a lo que vivimos en el día a día. Muchas veces estamos tan20 distraídos y ocupados en tantas cosas, que olvidamos que Jesús va con nosotros. María y José, confiando que Jesús estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
María nos da ejemplo de inseparable amor; al darse cuenta que se había separado de su hijo, brota en ella una gran angustia y preocupación, producto de la lejanía y ausencia de Jesús.
Nosotros, como cristianos, muchas veces vamos por la vida sin la conciencia de que Jesús no va connosotros, de que lo hemos perdido entre las situaciones de la vida y aún no nos damos cuenta; nos agobiamos, nos angustiamos, nos desespe- ramos sin saber por qué nos sentimos así.
Hoy es un buen momento para preguntarnos: ¿Qué lugar tiene Jesús en mi vida? ¿Puedo percibir su presencia en mí y en los demás? ¿En dónde tengo que buscar a Jesús?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Yolanda Elvira Guzmán Yeh, H.C.
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