Al inicio de la cuarentena, se nos dijo que empezáramos a distanciarnos socialmente. Con el paso de las semanas, mis acciones siguieron siendo las mismas, pero mi terminología cambió a «distanciamiento físico». Este sutil cambio describía con más precisión cómo estaba viviendo. Nunca estoy más cerca de dos metros de la mayoría de la gente que conozco, incluyendo amigos y familiares, pero sigo siendo social y sigo conectada.

Esta fue mi experiencia en el reciente Encuentro MISEVI-USA. Antes de COVID-19, los miembros de MISEVI-USA habían planeado reunirse para nuestro encuentro anual en Denver (Colorado), para celebrar el retiro con Mary Frances y Bill Jaster de los Voluntarios Vicentinos de Colorado. Debido a que no todos podíamos viajar con seguridad hasta allí, nos reunimos por el programa Zoom. Se nos unieron los Voluntarios Vicentinos de Colorado, del Cuerpo de Servicio Vicentino del Oeste, los Voluntarios Vicentinos de Cincinnati, de la Universidad de St. John, los Voluntarios Vicentinos del Reino Unido y el Cuerpo de Misiones Vicentinas. La reunión tuvo un beneficio inesperado: los miembros de MISEVI que no habráin podido unirse a nosotros en Denver, por estar demasiado lejos, pudieron participar en la reunión por teleconferencia.

El P. Tom Esselman, C.M. nos habló de la visión del papa Francisco sobre la Iglesia Católica como pueblo de Dios y como discípulos misioneros. Nos dijo: «La iglesia es el Pueblo Peregrino de Dios que, a través de su encuentro con Dios en Jesús, está llamado a ser discípulos misioneros llevando la alegría del evangelio, yendo a los márgenes, especialmente a los pobres». Fue una charla inspiradora que nos invitó a reflexionar sobre lo que esta visión significa para nosotros y lo que nosotros mismos podemos contribuir a ella como Familia Vicenciana. Se vio la oportunidad de imaginar lo que la comunidad eclesial significa ahora, cuando la mayoría de nosotros no somos capaces de reunirnos de la forma en que estamos acostumbrados.

Nuestro grupo MISEVI no pudo reunirse físicamente, pero nuestra conexión aún se sentía muy significativa. En todo caso, nuestras conexiones importan aún más ahora que tenemos que estar físicamente distanciados. Confiamos en la comunidad que trabajamos para construir antes de COVID-19, y nos moveremos juntos a través de este tiempo incierto.

Como vicencianos, nos esforzamos por «hacer lo que debe hacerse». A pesar de los cambios que ha traído el COVID-19, estamos haciendo lo que hay que hacer y continuando con la parte más importante de nuestras vidas: nuestras relaciones.

Directores de MISEVI en EE.UU. en encuentro de St. Louis, Missouri, en la primavera de 2019.