“Ellas salieron con temor y alegría inmensa a la vez»
Hech 2, 14. 22-33; Sal 15; Mt 28, 8-15
Estas mujeres buscan de todo corazón a Jesús al salir la estrella –como los magos un día lo hicieron– y un ángel las envía a encontrarlo “por otro camino”; no el de la tumba, en la que les dice que Jesús ya no está, sino resucitado y por el camino de la vida, en Galilea, donde Jesús comenzó el anuncio del Reino, curó a los enfermos, compartió el pan y la vida con los amigos y con las multitudes; donde los discípulos lo conocieron un día y decidieron seguirlo. 13
Las mujeres salieron al instante del sepulcro, no se aferraron a querer permanecer allí, sino que creyeron y salieron llenas de alegría a anunciar tan maravillosa noticia. Por creer pudieron ver a Jesús, que les salió al encuentro, y ellas también, como los magos, se postraron y lo adoraron. Los magos buscaban al rey de los judíos recién nacido, ellas a “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”. Su nacimiento inquietó al Rey en turno, como el anuncio de su resurrección inquietó a las autoridades judías y ambos acudieron a la mentira. Es una nueva Epifanía, manifestación gozosa del Señor resucitado que nos envía a hacernos presentes en nuestra Galilea donde le veremos actuando en lo cotidiano de nuestra vida.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor María del Pilar Méndez Gallegos H.C.
0 comentarios