“¿Acaso de Galilea va a venir el Mesías?”
Jer 11, 18-20; Sal 7; Jn 7, 40-53.
Este es uno de esos relatos que nos dan claridad para comprender la Escritura. Aún hay en nuestro tiempo quienes quieren interpretar la Biblia al pie de la letra, no se han percatado que en ella hay imágenes que evocan, como ésta, que recuerda el origen del Mesías.
Belén representó un extremo geográfico de la antigua Palestina, en tiempos del rey David era un rincón alejado de Jerusalén.
Hoy es necesario redescubrirlo para reconocer que verdaderamente el Mesías no puede provenir del centro, es la gente sencilla la que lo descubre cuando recibe la vida que Jesús ofrece. Por otro lado, los fariseos que no pueden comprender la vida de Jesús, siguen ideando de qué acusarlo, recurriendo a la misma Escritura para desacreditar aquello que la revelación de Dios defiende.
Esta es una buena enseñanza, la vida que Dios ofrece no está en el confort del beneficio sino en la vida de los sencillos, ellos nos dirán dónde florece hoy el Mesías, sea en Galilea o en cualquier barriada humilde en la que se esté experimentando el don de la vida como bendición.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Diác. Félix Armando González M. C.M.
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