Dn 3, 25. 34-43; sal 24; Mt 18, 21-35.
Perdonar y ser perdonados
¿Te has preguntado con honestidad para qué sirve el perdón? ¿Qué beneficios obtenemos de perdonar y ser perdonados? Jesús, al responder a Pedro, le dice que la medida del perdón es la desmedida.
Este pasaje del evangelio nos propone una forma de entender las relaciones comunitarias, nos enseña cómo vivir más allá del mero soportarnos.
No se puede ir por la vida juzgando y castigando, de esa manera nunca habrá comunidad, pues lo que construye la verdadera comunión es el amor, por eso el perdón no es una exigencia, sino que es una estrategia de vida social. Sabernos perdonados es sabernos verdaderamente amados, ya que el auténtico perdón no tiene intereses escondidos, se da en lo gratuito de la vida compartida. Jesús no nos está pidiendo sólo una actitud moral, sino que nos está dando una clave para vivir en la sociedad, una política para la humanización verdadera.
Vivimos, sin duda, tiempos de mucha violencia. Nos enfrenta la política, el deporte, la religión, el dinero; pero el verdadero discípulo de Jesús sabe que la fe hace que seamos vínculo, espacio para construir y no para destruir.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Diác. Félix Armando González M. C.M.
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