Sorprendido por la carta de Cuaresma del Papa Francisco

No debería haberme sorprendido, pero me sorprendieron las palabras del Papa Francisco relacionadas con un tema actual de la Familia Vicenciana… la importancia de la defensa y el cambio sistémico. Lo que me sorprendió especialmente es la fuerza de sus palabras y los pasos prácticos que él mismo está dando. El Papa Francisco escribió en su carta de Cuaresma de 2020:

Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía. […] Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. Pío XI,Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con estemismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.

No sólo hablaba de cambio estructural, sino también de quien citaba como apoyo. Una declaración de 1927 del Papa Pío XI. También me recordó que nuestra herencia vicenciana se remonta aún más atrás.

En realidad, el Papa Francisco (2020), el Papa Pío XI (1927) y el beato Federico Ozanam (1848) tienen mucho en común.

Cosas sorprendentes sobre Federico Ozanam

Hay un lado de Ozanam que pocos en el mundo de habla inglesa parecen conocer.  Me ha sorprendido la oportunidad del trabajo de Monseñor Baunard en sacar esto a la luz hace más de 100 años.

Esta pintura, del recientemente fallecido artista austriaco Sieger Köder, captura la riqueza de las acciones de Ozanam a favor de los marginados.

Muchos conocen la primera parte de la siguiente cita de Frédéric. Pero muy pocos conocen la segunda parte, aquí puesta en relieve,

«El conocimiento del bienestar social y de la reforma debe aprenderse, no de los libros, ni de la plataforma pública, sino subiendo las escaleras de la buhardilla del pobre, sentado al lado de su cama, sintiendo el mismo frío que le atraviesa, compartiendo el secreto de su corazón solitario y de su mente perturbada. Cuando se han examinado las condiciones de los pobres, en la escuela, en el trabajo, en el hospital, en la ciudad, en el campo, en todos los lugares donde Dios los ha colocado, es entonces y sólo entonces, que conocemos los elementos de ese formidable problema, que empezamos a comprenderlo y podemos esperar resolverlo«. (Baunard p. 227)

En estas y otras citas, creía que Federico Ozanam había plantado las semillas del cambio sistémico. Ver una reflexión anterior «Ozanam y el cambio sistémico: algunas ideas poco conocidas«.

Para pensar:

• ¿Por qué tantos piensan que los cambios sistémicos y estructurales son cosas que el Papa Francisco inventó?
• ¿Por qué tan pocas personas son conscientes de la herencia del beato Federico Ozanam?

Los extractos usados aquí y la obra completa de Monseñor Baunard pueden ser encontrados en nuestro sitio asociado «Somos Vicencianos«.