«No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños».
Nelson Mandela 

Más de 60.000 niños y niñas vulnerables deambulan por las calles de Ghana sin tenre cubiertas sus necesidades básicas para la vida, como los alimentos, la vivienda y los cuidados. Lamentablemente, muchos de estos niños y niñas se convierten en víctimas de la trata de personas cuando son reclutados, captados o llevados a situaciones de explotación. Una niña de 9 años compartió: «Si no vendo por lo menos 6 bolsas de agua y le llevo el dinero a mi tía, ella me golpeará». Esta niña fue vendida a una mujer en Kumasi y esclavizada durante cuatro años. Ella es sólo un ejemplo de las muchas víctimas jóvenes que enfrentan el abuso físico y mental al ser forzadas a trabajar, a mendigar, al crimen, a la prostitución y al matrimonio forzado, e incluso se convierten en víctimas de la extracción de órganos.

El Programa de las Hijas de la Caridad a favor de los niños de la calle en Kumasi (Ghana) aboga por los niños que son víctimas del tráfico de seres humanos. Sor Olivia, Directora del Proyecto en el Centro Talitha Kum, hizo un viaje a Roma en 2019 para compartir información y definir prioridades para apoyar los esfuerzos contra el tráfico. Esta reunión sirvió como oportunidad para colaborar con otras organizaciones con el mismo objetivo de luchar contra el tráfico de personas. Talitha Kum, una Red Internacional de Vida Consagrada contra la Trata de Personas, facilita la colaboración entre organizaciones y países, e intercambia información entre personas consagradas de más de 90 países de todo el mundo.

«Mirando hacia el futuro, puedo decir que el año 2020 será otro año lleno de eventos, como el Día Internacional de los Niños de la Calle, el 15º aniversario del proyecto, y muchos más por venir. ¡Todo esto no hubiera sido posible sin ustedes! Queremos agradecer a cada colaborador, socio, voluntario y persona que ha contribuido al inmenso éxito de todo lo que hemos logrado en el 2019. Es con sus gestos amables y sus corazones cálidos que podemos llegar a todos estos niños y más allá» (sor Olivia).

Fuente: Boletín de la Arquidiócesis Católica de Kumasi