“Vámonos de aquí”
1 Sam 3, 1-10. 10-29; Sal 39; Mc 1, 29-39.
El inicio de la misión de Jesús en Cafarnaúm fue todo un éxito. Mucha gente escuchó enseñanzas sorprendentes y fueron testigos de muchas curaciones (la suegra de Pedro incluida), todo esto, según san Marcos, en un día.
El pueblo se entusiasma por lo que ha visto y oído y, al día siguiente, temprano, ya lo están buscando. Quieren seguir escuchándolo, aprendiendo y hay todavía muchos enfermos que curar, muchas cosas que puede hacer por ellos…
Pero Jesús ha madrugado más que ellos y, en oración (como lo haría muchas veces), le ha preguntado al Padre cuál es su voluntad, y el Padre le ha respondido, y Jesús ha entendido:
Nadie te debe aprisionar, no es el crédito lo que buscas, sino la fe y la adhesión al Reino; hay muchos lugares que debes recorrer, muchos más hombres y mujeres que necesitan de ti… Camina, no te detengas, llega a todos, busca a los más alejados…
…Y Jesús siguió su camino, recorriendo pueblos, encontrando rostros sucios, corazones heridos. Y siguió caminando hasta que te encontró a ti y a mí.
Y encontró acogida en tu vida y en la mía, y se quedó… pero sin dejar de caminar.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
P. Silviano Calderón cm
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