«Señor, auméntanos la fe»
Hab 1, 2-3; 2, 2-4; Sal 94; 2 Tim 1, 6-8. 13-14; Lc 17, 5-10.
El evangelio de este domingo es continuación del capítulo 16 de Lucas donde Jesús enseña a los discípulos a vivir la misericordia del Padre.
En respuesta a las enseñanzas de Jesús, los discípulos le piden una fe más grande. Parece que ellos se sienten incapaces de realizar todo lo que Jesús les pide, porque tienen poca fe. Recordemos que la fe es la experiencia personal de la misericordia del Padre, que es el origen de nuestra misión en el mundo y del amor al prójimo (veamos el pasaje del Buen Samaritano: “ve y haz tú lo mismo”).
Sin embargo Jesús indica que no se trata de cantidad sino de calidad. La fe es como una pequeña semilla pero con una fuerza vital enorme. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4, 13) porque mi impotencia se completa con la potencia de Dios. Creer es dejar de confiar tanto en uno mismo y dejar que Jesús actúe. Así, “cuando soy débil es cuando soy fuerte” (2Cor 12, 10).
Dejemos actuar a Jesús en nuestra vida. Él hará maravillas con nuestra poca fe.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Antonio G. Escobedo Hernández C.M.
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