El “Programa Mateo 25” es una actividad de la Iglesia Católica, coordinado por los Misioneros Paúles de Mozambique, que mantiene su identidad cristiano-católica y ofrece su apoyo a los más pobres y abandonados, obedeciendo a las palabras de Jesús según el Evangelio de Mateo 25,31-46 y a la continua invitación del Papa Francisco a vivir la dimensión de la “Iglesia en salida”, prefiriendo las “periferias existenciales” de la sociedad, teniendo siempre en primer lugar a los pobres, a fin de que se pueda hacer realidad la Iglesia pobre y para los pobres.
La actividad del servicio de calle se inició oficialmente, en la tarde del 19 de julio de 2018, con la participación de las hermanas vicentinas y hospitalarias .
En el primer mes y medio, se establecieron dos lugares de encuentro, en la Avenida Mao Tse Tung. El primero al comienzo de la calle, en el espacio arbolado junto al Standard Bank Feima y el segundo dentro de la iglesia parroquial Nossa Senhora das Vitorias.
Cada día se atiende a un promedio de 70 a 120 personas: niños, jóvenes y adultos (hombres y mujeres). Las personas atendidas son personas con diferentes tipos de pobreza: niños de la calle (todos varones), personas que viven en la calle, lavadores de autos, toxidependientes (alcohol, drogas, etc.), enfermos, personas sin hogar, ex-presidiarios, etc.
Importancia del servicio
Independientemente de que exista o no una “casa”, según el proyecto inicial, se considera muy útil y oportuno continuar este servicio en la calle, por las siguientes razones:
- Permanecer conectado con el territorio, sus pobrezas y necesidades caritativas.
- Vivir, según la enseñanza del Papa Francisco, la dimensión de la “Iglesia que parte”, con preferencia por las “periferias existenciales” de la sociedad.
- Muchas de las personas ayudadas (alrededor del 70%), aunque pobres y muy pobres, no tienen el perfil de los que podrían ser acogidos en la casa, pero necesitan ayuda urgente y la presencia activa de la comunidad eclesial.
- Examinar cuidadosamente los nuevos “casos” presentes en la calle y enviarlos a la casa.
Estilo y objetivos del “Programa Mateo 25”.
– El servicio se realiza de las 19.00 a 20.00 horas, aunque los niños y niñas empiecen a estar en los lugares determinados a partir de las 18.30 horas: tiempo que se dedica a las conversaciones interpersonales…. para saber los nombres, para conocer mejor la historia de cada niño o niña, para saber las razones que les llevaron a permanecer en la calle, para entender cómo les gustaría recibir ayuda, para saber si tienen enfermedades, para animarles a volver a las familias acompañados por nosotros, para conocer los lugares donde duermen…. etc.
– En los dos lugares de la Avenida Mao Zedong, se les reúne a los niños, como a los más necesitados, inicialmente en la calle, donde el lugar es más tranquilo y también hay más tiempo para hablar y orar, siguiendo el siguiente esquema:
l- Se comienza con el signo de la Cruz y una breve catequesis relacionada con el pasaje del Evangelio (un milagro de Jesús o una parábola) o con la vida de un santo. La catequesis es sencilla y de primera evangelización (oraciones del buen cristiano, palabras sencillas, imágenes ligadas a la vida concreta). El momento de oración siempre termina con el Padrenuestro y el Ave María y la bendición de la comida.
2- Luego se lavan las manos y la cara (para ello se necesita jabón, agua y toalla). Este gesto es importante no sólo por la higiene, o la educación, sino también para la misma sensación de desprenderse de la basura y de las imágenes de la basura y de sentirse limpio… y después de la oración también un poco “purificado”.
3- Luego se distribuye la comida (según lo que cada Congregación pudo preparar). Aquí también es importante que las personas reciban comida cuando ya están sentadas y que coman mientras están sentadas en sus propios lugares. No debemos crear situaciones de conflicto en torno a los alimentos o la distribución, sino que debemos tratar de destacar lo mejor de ellos, especialmente en lo que se refiere al respeto y la acogida. Es bueno que se dieran cuenta de que es posible y mejor relacionarse con los demás de una manera pacífica, familiar y no agresiva: una necesidad no puede ser satisfecha por la violencia.
N.B. Para no dar la impresión de que se trata sólo de una distribución de alimentos, es oportuno insistir, de manera indispensable, en que los alimentos se comen en el lugar, todos juntos y nada se saca y que hay puntualidad (compartir la primera comida….la más importante, que es la Palabra de Dios y la fraternidad).
¿Quiénes participan?
Hasta el día de hoy las realidades que han sido comprometidas son:
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl (Vicentinas). Hermanas Hospitalarias Franciscanas de la Inmaculada Concepción (Hospitalarias), Salesianas de Don Bosco (Salesianas), Hijas de María Auxiliadora (Salesianas), Hijas de María Auxiliadora (Salesianas), Hermanas Concepcionistas, Alianza de Misericordia, Congregación de la Misión (Vicentinos), Franciscanas Misioneras de María, Comunidad de Sant’Egidio, Parroquia de San Antonio de la Polana, Frailes Menores de la Orden, Comunidad de Shalom, Parroquia de San Juan Evangelista (Malhangalene).
Cualquiera que quiera entrar en el “Programa Mateo 25” es muy bienvenido.
Nunciatura Apostólica de Mozambique
Fuente: cmglobal.org
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