Hasta el momento, la hija de la caridad Sor André era conocida por ser la persona más anciana de Francia. Hoy día sigue siéndolo, pero además ahora es la persona de más edad de toda Europa. Obtuvo este «título» a los 115 años de edad. De hecho, desde junio, cuando falleció Maria Giuseppa Robucci-Nargiso, una mujer italiana de 116 años y 90 días de edad. Sor André, de nombre de nacimiento Lucile Randon, se convirtió entonces en la más anciana de Europa y la segunda de más edad del mundo: sólo una mujer japonesa, Kane Tanaka, con 116 años, es mayor que sor André, en todo el planeta.
«Todo esto es bastante abrumador», admite la residente de Sainte-Catherine Labouré, en Toulon, que se enteró de la noticia por parte del personal. La hermana André es, sin duda, la favorita de la residencia.
Sor André nació en Alès (Gard) en 1904. Esta ferviente creyente fue ama de llaves y luego asistente en un hospital, antes de unirse a las hermanas de la Compañía de las Hijas de la Caridad y convertirse en sor André (en homenaje a su hermano fallecido). «Ya sólo me muevo en silla de ruedas y apenas puedo ver. Mi felicidad diaria es poder ir a orar», confiesa.
Ciudadana honoraria de la ciudad de Toulon
Su sobrino viene a verla regularmente, así como un hombre, que ahora tiene 90 años, a quien cuidó cuando trabajaba en el hospital a los 25 años. «Los vínculos entre ellos son indestructibles», confiesa un miembro del establecimiento, que asegura que «sor André sigue siendo muy coqueta…. y gourmet: le encanta el chocolate. Y por nada en el mundo se perdería un servicio religioso».
Por el momento, no está previsto ningún acto para celebrar a la nueva decana europea, pero la «super centenaria» ya es ciudadana de honor de la ciudad de Toulon. En febrero, en el día de su 115 cumpleaños, sor André recibió una carta personal del papa Francisco, acompañada de un regalo: un rosario bendecido por la Santa Sede: la vicedecana de la humanidad es también la decana de las religiosas en el mundo.
Autora: Diane Andrésy, corresponsal en Toulon (Var).
Fuente: Le Parisien.
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