«Somos uno»
Hch 13, 14.43-52; Sal 99; Ap 7, 9. 14-17; Jn 10, 27-30.
La Iglesia es un misterio. Un misterio misterio es algo que no se comprende, e incluso algo que pude llegar a ser contradictorio. La Iglesia misma es contradictoria: es santa y pecadora, es una y es múltiple, se dirige al cielo pero se encuentra en la tierra. Quienes conformamos la Iglesia somos contradictorios, somos diversos, diferentes y hasta nos oponemos unos a otros. ¡Qué maravillosa y rica es nuestra Iglesia! Me complazco de sus defectos porque ni siquiera ella ha podido destruirse a sí misma con tantos errores, porque éstos me hablan de que Dios la ha guiado a lo largo de los siglos.
La misión de Iglesia es continuar la obra de salvación iniciada por Cristo, como en una carrera de relevos, donde unos a otros se pasan la estafeta y continúan trabajando para llegar a la meta, para lograr lo que un día soñó Jesús. Ése es el mismo anhelo que nos motiva a seguir formando parte de este Cuerpo Místico: que nadie pase hambre, que nadie tenga que llorar, que nadie sienta dolor y que no haya más sufrimiento. Eso solamente es posible con compasión, solidaridad, pero, sobre todo, en unidad.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Mayor Vicentino de Tlalpan, Cd. de México
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