En Jesús ya está brotando lo nuevo que Dios realiza. Los con mentalidad machista no notan esa novedad que reconoce la dignidad y responsabilidad de la mujer (Benedicto XVI).
Se entera José de que María espera un hijo que no es de él. Pero como es justo, decide repudiarla en privado; no quiere exponerla a vergüenza pública. Indudablemente, pues, reconoce José la dignidad y responsabildad de María.
En cambio, los escribas y los fariseos deciden tratar abiertamente con la mujer sorprendida en adulterio. Pues se la traen a Jesús mientras éste enseña al pueblo. La colocan en medio.
Y no simpatizan con ella; atribuirle dignidad, esto les resulta extraño. En primer lugar, están empeñados en avergonzarla. La quieren ver muerta, apedreada. En otras palabras, ya la han condenado, privada del derecho de hablar en defensa propia, mientras se le deja impune al cómplice en el delito. ¿Acaso le conceden al adúltero la dignidad que niegan a la adúltera?
En segundo lugar, ellos la utilizan simplemente, so pretexto de defender la ley, para atrapar a Jesús. Y en vista de esto, y a la luz de la justicia de José, uno quizás pueda preguntar: ¿Cuán auténtica será la observancia estricta de los escribas y los fariseos? Uno pueda preguntarse además si ellos reconocen siquiera las dignidad de la ley. Por no mencionar nada de si notan la novedad que los llama a lanzarse hacia lo que está delante.
Y tal novedad quiere decir que la ley se da por medio de Moisés, pero la gracia nos llega por medio de Jesucristo (Jn 1, 17). Que él no esta aquí para condenar, sino para salvar (Jn 3, 17) y que la misericordia triunfa sobre el juicio (Stg 2, 13). Busca y salva Jesús al que está perdido (Lc 19, 10). Y está bien que así sea; todos necesitamos perdón.
Señor Jesús, en ti somos uno y, por eso, no hay hombre y mujer. Concédenos reconocer la dignidad de todo hombre y así notar lo nuevo que introduces. Y haz que seamos fieles a tu Cena, sin marginar nosotros ni avergonzar a nadie. Ojalá avancemos al ritmo de la Providencia, la que llama a las mujeres al ministerio en la Iglesia de los Pobres (véase SV.ES X:953).
7 Abril 2019
5º Domingo de Cuaresma (C)
Is 43, 16-21; Fil 3, 8-14; Jn 8, 1-11
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