A todos los miembros de la Familia Vicenciana (FV) en el mundo, y especialmente a nuestros hermanos y hermanas en Venezuela, expresamos nuestra preocupación y nuestra solidaridad ante la dramática situación que los venezolanos experimentan en estos momentos en su país.
Somos conscientes de la dolorosa situación de injusticia y sufrimiento que vive el pueblo venezolano, debido a la escasez de lo más necesario para poder vivir una existencia digna y productiva, y de su indefensión ante la creciente injusticia. Rezamos para que el pueblo venezolano conserve la esperanza mientras busca un cambio socio-político y económico pacífico y transparente. También rezamos que este cambio conduzca al país a recuperar su plena democracia, a restablecer el Estado de Derecho, a la reconstrucción del tejido social, la producción económica libre y a la reconciliación nacional de esta nación siempre pacífica.
En estos tiempos conflictivos, hacemos un llamamiento para que se respeten los derechos individuales y colectivos, protegidos por la constitución nacional y que se respeten los protocolos internacionales. Nos sentimos muy conmovidos por la insoportable situación de los pobres: la creciente hambruna, la imposibilidad de acceso a medicamentos, los salarios minorados por la incontrolable inflación, la inseguridad y la violencia generalizada, la falta de acceso a puestos de trabajo y vivienda adecuada, etc. Ante esta crisis humanitaria, la Familia Vicenciana desea hacerse presente no solo manifestando nuestra solidaridad con nuestra oración y acompañamiento espiritual, sino también ofreciendo ayuda que alivie una parte del sufrimiento de los más abandonados.
Como personas de fe, hermanos y hermanas en nuestro común carisma, queremos acompañar estrechamente al pueblo de Venezuela en este largo y doloroso camino de la cruz, hacia la plenitud de la Vida (Jn 10, 10). Nos gustaría ayudarles a sentirse cerca del Dios de la vida, a través de nuestro abrazo compasivo, nuestra oración continua y una campaña vicenciana internacional de ayuda en favor de los más pobres del país, así como en favor de los programas que nuestra Familia Vicenciana tiene en Venezuela.
Mostramos nuestro reconocimiento hacia todos los miembros de la Familia Vicenciana que desarrollan su vida y su misión en el país. Sabemos que esta realidad les ha obligado a incrementar al máximo su creatividad al servicio del carisma. Queremos, con humildad, unirnos a las muchas redes de solidaridad y compasión que están centradas en el dolor creciente del pueblo venezolano.
En este momento crucial en la historia de este país hermano, invitamos a todos los miembros de la Familia Vicenciana a unirse a nosotros en este gesto de comunión y solidaridad, dentro de las propias posibilidades y áreas de experiencia de cada uno.
Invitamos también a nuestras redes de la Familia Vicenciana a que den la bienvenida, protejan y apoyen a todos los venezolanos que han migrado a diferentes partes del mundo. Cerca de 5 millones de venezolanos hoy son refugiados que experimentan condiciones muy dramáticas en Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, así como en otros países, especialmente en América y Europa.
Nos unimos al deseo y el llamamiento que el papa Francisco ha hecho para que se produzca una transformación en el país sin derramamiento de sangre, y que conduzca a una total reconciliación del país y la sanación de los tejidos rotos de la sociedad, desde la promoción de oportunidades para desarrollo humano integral y la reactivación de los valores de paz y justicia.
Confiamos en el Dios de la historia. Él es el Dios de la salvación y el Jesús liberador que nos dice: «No temas, yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20). ¡Que María de Coromoto, patrona de la nación, proteja a Venezuela siempre, mientras expresamos nuestra más sincera cercanía! San Vicente de Paúl y todos los santos y beatos de la Familia Vicenciana, ¡rogad por nosotros!
Mensaje del padre Tomaž Mavrič, presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Vicenciana:
https://www.youtube.com/watch?v=5L3oqy21WWk?hl=es&cc_lang_pref=es&cc_load_policy=1
Venezuela está pasando por una situación de crisis humanitaria de extraordinarias dimensiones. El pueblo venezolano está sufriendo, y no podemos quedar impasibles ante tanto dolor. Los miembros de la Familia Vicenciana, más de dos millones de cristianos que sirven a los pobres a ejemplo de san Vicente de Paúl, les pedimos que se unan a nosotros y colaboren de todas las maneras posibles para conseguir que ningún venezolano pase hambre o necesidad. Por favor, ayúdenos a ayudarles.
Algunas sugerencias para la acción
- Corre la voz: Comparte la declaración en tus redes sociales, imprímela y distribúyela, etc…
- Reza por Venezuela: en privado y en comunidad.
- Contribuye con un donativo: personal o comunitario (de tu grupo, rama, colegio, parroquia…).
Cuentas a las que enviar donativos (puede usar cualquiera de las dos):
Titular de la cuenta: CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN – PADRES VICENTINOS
Banco: BANCOLOMBIA
Sucursal nº 219, Calle 26 #32-61, Bogotá (Colombia)
Número de cuenta: 219-000127-25
SWIFT: COLOCOBM
Moneda de la cuenta: pesos colombianos
Tipo de transacción: OUR o SHA
Titular de la cuenta: HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL
Banco: BANCOLOMBIA
Sucursal nº 219, Calle 26 #32-61, Bogotá (Colombia)
Número de cuenta: 219-000126-82
SWIFT: COLOCOBM
Moneda de la cuenta: pesos colombianos
Tipo de transacción: OUR o SHA
Todos los ingresos en estas cuentas, que gestiona la Familia Vicenciana de Colombia, se harán llegar a nuestros hermanos de Venezuela.
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