En mi artículo anterior, enumeramos algunas de las razones comunes por las que no se involucran más vicentinos en la justicia social. También usé el término pensadores radicales para describir lo que Vicente, Luisa, Rosalía y Federico hicieron en sus tiempos. Citando a David Williams en su libro The Mind and Heart of a Vincentian [La mente y el corazón de un vicenciano]: “Respondieron con dinamismo, inventiva, amor y energía, en un espíritu de oración, humildad y gran fraternidad. Debemos redescubrir nuestro enfoque radical, salir y encontrar a los más pobres de entre los pobres, y brindarles ayuda práctica, que se debe dar con amor y respeto, que es lo que más valoran, como le dijo la hermana Rosalía a Federico». Williams continúa diciendo que «un enfoque radical tendrá su propio atractivo para aquellos que quieran poner su fe en acción. Debería atraer nuevos miembros a nuestra Sociedad».
Creo que una de las soluciones que podemos encontrar a los diversos motivos por los cuales los vicentinos actuales no participan en acciones de justicia social es mirar fuera de nuestra membresía actual y buscar nuevos miembros que puedan tener experiencias laborales relacionadas con la justicia social, o tal vez un deseo sincero de vivir su fe cambiando los sistemas y las estructuras, así como la foram de pensar de muchas personas en cuanto a la pobreza.
Si bien el término radical puede tener un aspecto negativo, creo que también significa tener el deseo de hacer cambios que den como resultado la mejora del bien común. Esto ciertamente se aplicaría a lo que nuestra Sociedad busca hacer con respecto a la justicia social. Si podemos desarrollar algunos métodos efectivos para atraer nuevos miembros dentro de las estructuras de nuestra parroquia, solo puede beneficiar nuestro esfuerzo para ser una voz de justicia social fuerte y efectiva. Puede que haya varios feligreses con conocimientos prácticos o interés sincero en la justicia social. Además, nuestros miembros juveniles actuales, así como los nuevos miembros juveniles potenciales, generalmente apoyan la adopción cambios en los sistemas y estructuras actuales, con esperanza de poder llevarlos a cabo. He tenido la bendición de conocer y trabajar con algunos jóvenes excepcionales que bien podrían ser los pensadores radicales de hoy y de mañana. Estas sugerencias podrían funcionar como soluciones para que más Vicentinos abracen la justicia social.
Sobre el autor:
Jim Paddon vive en London, Ontario, Canadá y es ex-presidente del Consejo Regional de Ontario de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Actualmente es presidente del Comité Nacional de Justicia Social de la Sociedad en Canadá. Está casado con su querida esposa Pat y tienen seis hijas y once nietos. Jim ha sido miembro de la Sociedad desde los años 70.
Las opiniones expresadas son las del autor y no representan oficialmente las de la Sociedad de San Vicente de Paúl.
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