Recientemente, oí a dos mujeres jóvenes debatiendo dónde buscar empleo después de terminar en la universidad. «Creo que voy a ir con Google o con Apple», dijo una. Esta visión es muy diferente a la que teníamos en los años setenta, cuando las opciones estaban mucho más orientadas a los servicios y a las personas, que al mundo digital.
Un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce los cambios verticales y los desafíos excepcionales en el mundo del empleo. El informe, publicado en enero, se titula «Trabaja para un futuro más prometedor». Aborda algunos de los temores que muchos debaten alrededor de una mesa, durante una comida, o en las cafeterías: que todo se está mercantilizando y que la ganancia parece superar a cualquier otra preocupación; que algunos trabajadores pueden no estar mejorando sus habilidades lo suficientemente rápido como para prepararse para las transformaciones laborales; que la automatización y la digitalización darán lugar a pérdidas importantes de empleos o a trabajos nuevos y desconocidos.
El informe propone una agenda centrada en el ser humano, que coloca a las personas y el trabajo que realizan en el centro de la política económica y social y de las prácticas empresariales.Hay tres pilares en la agenda:
- Aumento de la inversión en las capacidades de las personas
- Aumento de la inversión en la institución del trabajo
- Aumento de la inversión en trabajo decente y sostenible
«Nuestra aspiración ha sido que el informe muestre la urgencia de los cambios que enfrenta el mundo laboral y que proporcione ideas sobre cómo gestionar y aprovechar estas transformaciones», comentan Cyril Rampahosa, Presidente de Sudáfrica, y Stefan Lofven, Primer Ministro de Suecia. Los líderes actuaron como Copresidentes de la Comisión Global de la OIT sobre el futuro del trabajo, que preparó el informe.
«Nuestra esperanza ahora es que este informe inspire más debates sobre una amplia gama de temas, incluyendo, por ejemplo, cómo fortalecer el espacio democrático para el diálogo social y cómo los modelos de negocios pueden alinearse mejor con una agenda centrada en el ser humano», añadieron.
Los cambios que ocurren en nuestros lugares de trabajo afectan a la Familia Vicenciana. ¿Cómo podemos ayudar a aquellos que no han conseguido las habilidades de trabajo necesarias, debido a los avances tecnológicos, la inteligencia artificial y la robótica? ¿Cómo estamos preparando a las personas para una economía verde, que reduzca en las industrias el uso intensivo del carbono y otros recursos? En nuestros programas para capacitar a las personas para el empleo, ¿cómo nos estamos adaptando para garantizar que las personas a las que servimos estén preparadas para las formas de trabajo de nueva creación? ¿Estamos adaptando nuestro currículo escolar para garantizar que los jóvenes estén listos para la era futura del trabajo? En áreas que sufren el envejecimiento de la población, ¿nos estamos adaptando a las presiones sobre el mercado laboral y los sistemas de seguridad social?
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