“El Reino de Dios es como…”
Heb 10, 32-39; Sal 36; Mc 4, 26-34.
En la parábola de hoy Jesús nos presenta el caso de la semilla que, de día y de noche, va germinando bajo la tierra; la persona que la sembró no ve este proceso, pero en un determinado momento va a brotar una planta. Y el proceso que ocurre debajo de la tierra no depende del campesino, ya que Jesús dice que “duerma o se levante”, “el grano brota y crece”. Porque el Reino de Dios no depende de nosotros, a nosotros nos toca trabajar, sembrar la semilla, pero el que surja, crezca y dé fruto, no depende de nosotros, es gracia del Señor y de la respuesta de cada persona. El Reino no va a crecer por lo que hagamos, sino porque él está con nosotros, porque Jesús estará con nosotros hasta el fin del mundo.
Esforcémonos, hagamos lo que nos toca como cristianos, como seguidores de Jesús y pongamos en las manos del Señor todos los proyectos que emprendamos en favor del Reino de Dios.
El Reino ya está entre nosotros. ¿Cómo colaboramos a que la gente con la que convivimos descubra que ya está presente el Reino?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Gladys López Pérez, hc
Un gusto leerle Sor, un abrazo!!