El corazón de Vicente no siempre estuvo inflamado
Debajo de su genio en la creación de redes y la organización, latía un corazón en llamas. Pero el corazón de Vicente no siempre estuvo en llamas por los pobres. Algo profundo pareció cambiar en la vida de Vicente a los 30 y tantos años. El cambio fue tan notable que algunos hablan de Vicente 1.0 y Vicente 2.0.
¿Qué fue este cambio? Vicente 1.0 era un clérigo brillante y ambicioso que buscaba escapar de la pobreza y abrirse camino en el escalafón eclesiástico. ¿Cómo se convirtió en Vicente 2.0, un hombre inflamado con el amor de Dios en Jesús, experimentandolo tanto en la oración como en las personas, especialmente los pobres y el mundo en el que estos vivían?
El poco explorado papel de su amor por las Escrituras
La mayoría dice sus experiencias en su ministerio en ese momento fueron las que le cambiaron. Pero muchos otros tuvieron las mismas experiencias que él y no quedaron tan conmovidos como él. Otros han resaltado su inmersión en las escrituras en aquel momento. Antes de dicho tiempo, él se refiere poco a las escrituras. (Vea el fascinante análisis del uso de las Escrituras por parte de San Vicente por José Carlos Fonsatti, C.M.)
Bajo la influencia de uno de sus mentores, llegó a apreciar las Escrituras como una lente a través de la cual ver los eventos de su vida. No solo estudió las Escrituras, sino que también parecía vivir y respirar las Escrituras, especialmente los Evangelios. Permitió que las Escrituras moldearan la forma en que interpretaba su vida. Era como si estuviera leyendo el libro de los acontecimientos de su vida en una mano y las escrituras en la otra.
Después de este tiempo, quedó claro que la escritura era la lente a través de la cual veía sus experiencias. Sus escritos están llenos de citas de las escrituras. Esto fue tan notable que San Francisco de Sales lo llamó «un evangelio andante». De hecho, se convirtió en un verdadero «hombre del Evangelio». Esto en un momento en que las Biblias impresas no estaban disponibles. Pocos realmente leían la Biblia.
Al leer sus conferencias y sus cartas, comenzamos a sentirnos como los discípulos de Emaús: corazones ardientes mientras «comenzando con Moisés y todos los profetas, él interpreta para nosotros las Escrituras».
El angerior Superior General Robert Maloney nos recordó recientemente que
“…Para Vicente de Paúl, un solo enfoque inspiró todo: la persona de Jesús. Pero Vicente tenía una visión particular de Cristo desde los evangelios. La espiritualidad de Vicente fluye de la contemplación de este Cristo en el Evangelio. Este Cristo, el evangelizador y siervo de los pobres, fue la fuerza motriz que generó la increíble actividad y la oración diaria de Vicente de Paúl. Vicente animó a sus seguidores a contemplar a este Cristo una y otra vez».
A menudo les dice a sus compañeros que «honren» este o aquel misterio de la vida de Cristo. Quiere ver cómo nuestra experiencia refleja una experiencia de Cristo en los evangelios. Significa descubrir los ecos de las situaciones de la vida de Cristo en nuestras experiencias de hoy.
Así, la clave de la espiritualidad vicenciana es esta: seguir a Cristo como evangelizador y siervo de los pobres.
Vivir las Escrituras
- ¿Con qué frecuencia lees los evangelios fuera de la Eucaristía?
- ¿Alguna vez has tratado de ver los ecos de la vida de Cristo en tu vida?
- ¿Cómo sería el leer con las páginas de las Escrituras en una mano y la página actual de tu vida en la otra?
Lo anterior es un extracto de mi ensayo más largo A Heart on Fire Shaped Our Church Today. Aparecerá en el número inaugural de un boletín informativo sobre los comienzos de la Provincia Oriental de la Congregación de la Misión, hace 170 años.
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