Sagrada Familia
Sir 3, 3- 7. 14-17; Salmo 127; Col 3, 12-21; Lc 2, 41-52.
“Jesús crecía en saber, estatura y en el favor de Dios”
Hoy celebramos a la familia constituida por José (cabeza de familia), María y Jesús. Pretender cambiar este orden es mermar el sentido de la ‘encarnación’. Jesús era el último, el subordinado: “volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad”.
El Mesías no cayó del cielo como un meteorito. Nació de nuestra carne y quiso hacerse en todo semejante a nosotros. Pero un hombre no se hace en un día; ni siquiera el Hijo de Dios se hizo hombre en un día. Su “encarnación” dilató toda su vida. Necesitó sus treinta- y-pico de años para “aprender a ser hombre”. Hasta llegar a la última experiencia humana, la muerte.
Su vida como miembro de una familia humana es parte de ese aprendizaje.
El Hijo de Dios se hizo hombre para redimir al hombre; se hizo hijo de familia para redimir a la familia; se hizo parte de la creación para redimir a la creación entera.
Decimos con toda verdad que José, María y Jesús formaban una familia sagrada.
En realidad, todo familia es sagrada, (un espacio querido y bendecido por Dios) en la medida en que es escuela de amor, de humanidad y de fe.
No caigamos en la trampa de reducir la familia a una simple forma de convivencia.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Miguel Blázquez Avis, CM
Es maravilloso tener contacto. Venturoso Año Nuevo para todas y todos de la tan querida Familia. Venturoso Año Nuevo para todas y todos