En la tarde del 4 de octubre de 1965, recuerdo estar de pie en el sur del Bronx, en la esquina noreste del Grand Concourse en 138th Street. Esperaba ansiosamente la oportunidad de ver la caravana del papa Pablo VI, mientras viajaba al estadio de los Yankees para celebrar la misa ante miles de personas. Esta fue la primera vez en la historia que un papa visitó los Estados Unidos, por lo que hubo mucha emoción. En ese momento, el papa Pablo VI fue llamado «el papa peregrino», porque había visitado muchos países. Eso fue algo muy diferente a los anteriores pontífices. Yo estaba muy emocionado y emocionado de tener la oportunidad de ver al papa en persona. Hoy, el papa Pablo VI, junto con el arzobispo Oscar Romero de El Salvador y otros, fueron canonizados en Roma ante miles de personas, así como ante una gran audiencia televisiva internacional.

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Sin embargo, en aquel día de 1965, el objetivo principal de la visita del papa fue dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas, que en aquel momento estaba compuesta por 117 Estados miembros. Las Naciones Unidas celebraban su vigésimo aniversario y fue el primer papa en dirigirse a la Asamblea General. Durante su discurso ante los líderes mundiales pidió el fin de la guerra, la violencia y la pobreza. También habló sobre el suministro de alimentos del mundo en relación con el aumento de la población. Además, habló sobre la importancia de reconocer la dignidad y el valor de la vida humana. Afirmó con firmeza que cualquier esfuerzo respecto a una población en crecimiento no debería incluir ni considerar el uso de ningún método de control de natalidad artificial, y dijo que esto llevaría a una disminución de la moralidad, además de aumentar otros problemas no anticipados.

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Ahora, muchos años después, todavía hay innumerables personas en países de todo el mundo que continúan viviendo en la pobreza. Muchos de ellos aún carecen de representación y, efectivamente, no tienen voz. Todavía necesitan defensores que los representen, y que les den la oportunidad de expresar sus necesidades y preocupaciones.

El Equipo Vicenciano ante las Naciones Unidas, junto con otras ONG, están trabajando como defensores para ayudar a representarlos en diversos temas. Actualmente, varios miembros del equipo están trabajando como miembros de diferentes comités o subcomités para ayudar a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Los miembros de nuestro equipo se reúnen regularmente para debatir temas y planificar estrategias. Estos comités incluyen áreas tales como: Educación, Pobreza, Temas de base comunitaria, Trata de personas, Igualdad de género en los derechos de las mujeres y las niñas, Agua y océanos y los Derechos de los pueblos indígenas.

Actualmente, el equipo también está trabajando en un proyecto a largo plazo para abordar el problema mundial de las personas sin hogar. Este proyecto, aunque relativamente nuevo, está ganando terreno y generando interés entre otras ONG en las Naciones Unidas. Algunas de estas ONG se están poco a poco uniendo a nosotros respecto a este importante tema. El equipo ya ha organizado lo que se conoce como un grupo de trabajo para poner fin a la falta de vivienda. Este grupo de trabajo ha producido un «Documento de posición» que muy pronto se presentará a los miembros de la Asamblea General para llamar más la atención sobre este importante tema. Esperemos que, como resultado de los esfuerzos de promoción del grupo de trabajo, se aborde el problema de la falta de vivienda y se produzca una acción positiva por parte de los Estados miembros.

Ed Keane es Representante de ONG ante la ONU para la Sociedad Internacional de San Vicente de Paúl