Misión y significado
¿Qué tienen en común Jesús, las grandes corporaciones, los militares, los partidos políticos … y tú y yo?
¿Cuántos de vosotros se han estrujado el cerebro tratando de encontrar el elemento común… o entendieron de inmediato cuál es el elemento común? El elemento común es una misión, significado o propósito.
Por supuesto, el propósito de cada uno de los anteriores es muy diferente. Pero no se equivoquen al respecto. Cada uno tiene un propósito. Y ese propósito le da a cada uno el significado de su vida.
Cuando se trata de una misión personal en lugar de una misión corporativa, no hay nada más importante que realizar el propósito en la vida. La paz viene de trabajar para cumplir ese propósito. A veces, cualquiera de los anteriores puede perder de vista esa misión o propósito. Pero es verdaderamente trágico cuando una persona no tiene sentido de misión hacia algo más grande que él o ella misma. Entonces la vida no tiene sentido.
La declaración de la misión de Jesús y la misión vicenciana
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para proclamar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar la libertad a los presos y la recuperación de la vista a los ciegos, para liberar a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor» (Lucas 4, 18-19). Esta fue su misión como enviado de su Padre. A esto es a lo que Jesús dedicó su vida.
Todo lo que hizo fue gobernado por su sentido de misión. Su sentido de misión dio sentido a su sufrimiento y muerte. En última instancia, su misión se cumplió en su resurrección.
Vicente, Luiae y muchos otros que han seguido a Cristo evangelizador de los pobres han encontrado el significado último de sus vidas en esta misión de Jesús.
En algún nivel, cada hombre o mujer que ha sido atraídos a la visión vicenciana de seguir a Cristo, evangelizador de los pobres, ha reconocido su inclusión en la misión abrazada por Jesús.
9 formas en que el papa Francisco nos invita a mirar nuestra misión
Este domingo es la Jornada Mundial de las Misiones, y cada año los papas han sugerido reflexiones sobre los muchos significados de la misión. El papa Francisco no es la excepción. Le puedo ofrecer algunos extractos de su mensaje para el Domingo Mundial de las Misiones 2018. Al leerlos, te pido que los reflexiones a la luz de esta pregunta… ¿Crees estas palabras del papa Francisco?
- La fe cristiana permanece siempre joven cuando se abre a la misión que Cristo nos confía.
- Cada hombre y mujer es una misión, y esta es la razón por la que se encuentra viviendo en la tierra.
- Cada uno de nosotros está llamado a reflexionar sobre esta realidad: «Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 273).
- Ser atraídos y ser enviados son los dos movimientos que nuestro corazón, sobre todo cuando es joven en edad, siente como fuerzas interiores del amor que prometen un futuro e impulsan hacia adelante nuestra existencia. Nadie mejor que los jóvenes percibe cómo la vida sorprende y atrae.
- Esta transmisión de la fe, corazón de la misión de la Iglesia, se realiza por el “contagio” del amor, en el que la alegría y el entusiasmo expresan el descubrimiento del sentido y la plenitud de la vida.
- La propagación de la fe por atracción exige corazones abiertos, dilatados por el amor. No se puede poner límites al amor: fuerte como la muerte es el amor (cf. Ct 8,6).
- Muchos jóvenes encuentran en el voluntariado misionero una forma para servir a los “más pequeños” (cf. Mt 25,40), promoviendo la dignidad humana y testimoniando la alegría de amar y de ser cristianos. Estas experiencias eclesiales hacen que la formación de cada uno no sea solo una preparación para el propio éxito profesional, sino el desarrollo y el cuidado de un don del Señor para servir mejor a los demás.
- Estas formas loables de servicio misionero temporal son un comienzo fecundo y, en el discernimiento vocacional, pueden ayudaros a decidir el don total de vosotros mismos como misioneros.
- Me gusta repetir la exhortación que dirigí a los jóvenes chilenos: «Nunca pienses que no tienes nada que aportar o que no le haces falta a nadie: Le haces falta a mucha gente y esto piénsalo. Cada uno de vosotros piénselo en su corazón: Yo le hago falta a mucha gente» (Encuentro con los jóvenes, Santuario de Maipú, 17 de enero de 2018).
Preguntas sobre mi misión
- ¿Soy consciente de la misión y el significado de mi vida?
- ¿Soy consciente de que comparto la misión que Jesús aceptó de la Trinidad?
- ¿Son consistentes mis acciones con la misión general que Jesús nos confió a cada uno de nosotros?
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