Jer 31, 31-34; Sal 50; Mt 16, 13-23.
“¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”
El seguimiento del Señor Jesús implica ir progresando en el conocimiento de su persona y de su mensaje, pues como dice el dicho: “nadie ama lo que no conoce”. El conocimiento al que nos referimos es aquel que no se queda solo en el pensamiento, sino que implica el encuentro y la experiencia de vida y de fe con Jesús.
Las preguntas que plantea hoy Jesús no están de más. La primera mira la opinión de los demás: “¿quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”, como para ir descubriendo poco a poco lo que el Señor provoca en los demás. La segunda aclara que no bastan las impresiones de los demás, es necesario que uno se forme su propia opinión en base no tanto “a lo que se dice”, sino basados en lo que de primera mano suscita en nuestro corazón y en nuestra alma: “Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?”. La respuesta de Pedro, que como en otras ocasiones toma la iniciativa, es: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”, motivando la alabanza de nuestro Señor: “Bienaventurado eres Simón…”, porque respondió movido ya no solo por lo que dicen, sino por la propia experiencia y por lo que Dios la había inspirado.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Juan Carlos Reyes Mendoza, cm
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