La Sociedad de San Vicente de Paúl, desde su dimensión internacional en los cinco continentes, en este DÍA MUNDIAL DE LOS REFUGIADOS (20 de junio), se une a los esfuerzos de las Naciones Unidas, de la Iglesia Católica, de la Familia Vicenciana y de otras entidades internacionales, manifestando su indignación y rechazo a las causas que provocan tanto sufrimiento a los refugiados.
Solicitamos una profunda reflexión sobre los factores que causan la inmigración de tantas personas, sometidas a riesgos extremos de vida. Es urgente una respuesta concreta de la comunidad internacional, así como la búsqueda de soluciones para “acoger, proteger, promover e integrar a los inmigrantes y los refugiados” (Papa Francisco).
Somos testigos de los mayores niveles de desplazamiento humano registrados en el mundo a causa de conflictos, guerras o persecuciones (algunas de ellas de origen religioso). Los refugiados son forzados a salir de sus casas, dejando sus vidas, sus empleos, sus familias y sus culturas. Más de la mitad de estas personas son jóvenes y niños.
Por eso, el trabajo humanitario es más importante que nunca. Queremos reafirmar que las personas no son piezas de intercambio de intereses políticos y mucho menos hacerlos invisibles en los conflictos y guerras entre naciones que, de alguna manera, causan estas graves situaciones.
Nos unimos a las diversas entidades cristianas al llamado evangélico de la acogida: “Fui forastero y me acogiste” (Mateo 25, 35). Reafirmamos nuestro apoyo al “Pacto Global sobre Refugiados” promovido por la ONU e invitamos a las Conferencias vicentinas a conocer y cooperar con ese importante esfuerzo mundial. ¡El momento requiere, además de oraciones, acciones concretas e inmediatas!
Agradecemos a los vicentinos que, por todo el planeta, vienen acogiendo a los hermanos refugiados, ofreciéndoles dignidad, respeto y cariño, estrechando una mano amiga en este período de sufrimiento de sus vidas.
Renato Lima de Oliveira
16º Presidente General
Fuente: https://www.ssvpglobal.org/
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