La pasada semana en la ONU se invirtieron muchos esfuerzos en el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Las ONG y los gobiernos han contribuido con un borrador cero del Pacto Mundial, que se espera sea aprobado más adelante este año.

Un documento, que muchas ONG aprecian, se llama Ahora y Cómo: Diez Actos para el Pacto Mundial sobre Migración. Este documento, elaborado en consulta con el Comité de ONGs sobre Migración, presenta una visión para un Pacto Mundial de la ONU sobre Movilidad Humana y Migración y un conjunto de DIEZ ACTOS que una gran diversidad de organizaciones no gubernamentales considera esenciales para un Pacto significativo para migrantes, refugiados y sociedades. Puede ver el documento haciendo clic aquí (en inglés).

La migración es un fenómeno global. Más de mil millones de personas en el mundo son migrantes, o más de 1 de cada 7 personas en el mundo. La cifra incluye a los migrantes internacionales: personas que residen en un país distinto al de su país de nacimiento. El número de migrantes internacionales aumentó a más del doble entre 1980 y 2010, de 103 millones a 220 millones. En 2013, el número de migrantes internacionales fue de 232 millones y se proyecta que se duplique a más de 400 millones para el año 2050.

Como resultado de la Cumbre de Alto Nivel de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2016, la Declaración de Nueva York para Refugiados e Inmigrantes fue adoptada por unanimidad de los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas. Este documento histórico elabora los compromisos de los estados para abordar problemas actuales y posibles en relación con la movilidad humana, en particular el compromiso de desarrollar un Pacto Mundial para los Refugiados (GCR) y un Pacto Mundial para Migraciones Seguras, Ordenadas y Regulares (GCM). Un aspecto clave de la Declaración y sus anexos es la necesidad de cooperación entre los gobiernos y la sociedad civil a nivel mundial.

Desde mayo de 2016, la sociedad civil se ha organizado en torno a estos procesos a través del Comité de Acción de la Sociedad Civil, abogando ante los gobiernos y proporcionando feedback consolidado a los desarrollos durante el proceso. Por ejemplo, la respuesta de la sociedad civil a la Declaración de Nueva York, una declaración conjunta y un cuadro de mando titulado «Actúe ahora», fue firmado por más de 100 organizaciones de la sociedad civil y se distribuyó ampliamente. El Comité de Acción acordó por unanimidad continuar su trabajo hasta fines de 2018, cuando se espera que se adopten los Pactos.

A medida que las negociaciones sobre el borrador cero se abrieron el 20 de febrero en las Naciones Unidas en Nueva York, Miroslav Lajcak, presidente de la Asamblea General de la ONU, comentó: «Primero, quiero enfatizar que la migración es una realidad. Así es como siempre ha sido. Y esa es la forma en que siempre será. Independientemente de lo que pensamos o decimos sobre la migración, está aquí para quedarse».

Y siguió diciendo que «no tenemos la opción de aceptar o rechazar la migración. Porque está aquí. Está sucediendo, en cada rincón del mundo. Es, como dije, un hecho. Pero tenemos otra opción. Podemos resistir este hecho, o podemos abrazarlo. Podemos poner esconder nuestras cabezas en la arena, como los avestruces. Podemos decirnos a nosotros mismos que trataremos con eso mañana. Podemos diferir la acción hacia otro momento, otra generación, otra crisis. O bien, podemos tomar medidas. Podemos planificar el futuro. Podemos poner un sistema en su lugar. Y podemos, por fin, responder a un fenómeno global con una solución global».

Photo: New Scientist

“Quiero recordarnos que todo el mundo nos está mirando —dijo—. Y la credibilidad de las Naciones Unidas está en juego».

El período de tiempo entre ahora y julio es crítico, ya que es el tiempo durante el cual se recibirán las aportaciones y se producirán negociaciones sobre el borrador final.

Esta semana ha quedado muy claro que existen diversas opiniones sobre el Pacto Mundial entre los Estados miembros de la ONU. Algunos han querido que se omita la referencia a los derechos humanos en el pacto. Otros consideran que los derechos humanos son fundamentales para el pacto. Hubo un debate sobre cómo preparar a las personas para el empleo en su país de origen antes de emigrar. Al menos un país quería detener el Pacto por completo. Pero, en general, existe la sensación de que el Pacto es bien recibido por muchos países.

El desafío para las ONG de la ONU es continuar abogando por la adopción del Pacto Mundial y alentarlo a hacerlo. Usted, lector, haría bien en hablar o escribir a sus dirigentes, cuando tenga la oportunidad, para asegurarse de que su país adopte el Pacto Mundial.